Una imagen de archivo del Polígon de Llevant. | Pere Bota

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La venta de viviendas propiedad de bancos durante el primer trimestre ha roto la racha de caída en picado durante más de 24 meses del número de hipotecas en Balears, incrementándose en marzo pasado un 26% el capital prestado por las entidades financieras respecto a marzo de 2013, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística.

El importe medio de las hipotecas se situó en torno a los 105.000 euros en las viviendas urbanas. El capital prestado en marzo ascendió a los 56 millones de euros en todas las Islas.

Esta situación es analizada de forma negativa por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears (Proinba), porque no se corresponde con la realidad.

José Luis Guillem, presidente de Proinba, explica que los datos del Instituto Nacional de Estadística les habían sorprendido: «Los analizamos de forma pormenorizada, ya que no cuadraban con los nuestros, y vimos que tanto el aumento de hipotecas como el capital prestado se centraban en promociones inmobiliarias propiedad de bancos que no habían podido hacer frente a las cargas hipotecarias adquiridas con las entidades».

Promociones

Guillem añade que los grupos bancarios están centrados ahora en dar salida a todo el stock de viviendas que tienen en propiedad por este motivo.

«Esta situación tiene una contrapartida y es que los bancos no prestan dinero para nuevas promociones inmobiliarias, lo cual impide que empresas de las Islas que tienen el solar pagado y las licencias de obras también pagadas, no pueden ejecutar los proyectos por falta de financiación. Los bancos no están por la labor, porque no quieren correr el más mínimo riesgo», puntualiza.

Esta coyuntura motiva que en Balears haya 5.000 viviendas sin poder construir por este motivo, de las cuales 2.000 se encuentran en Palma. Guillem comenta al respecto que «el Polígono de Llevant es el más afectado por esta circunstancia, porque, pese a que está hecha la urbanización, no se pueden iniciar las obras por falta de dinero».

El cambio de tendencia, en opinión de Proinba, se producirá en el plazo de dos años, «en cambio para el sector privado se abrirá el grifo crediticio para compra de viviendas en el último trimestre del año, aunque las entidades darán créditos con el mínimo riesgo y con las máximas garantías para recuperar el dinero prestado, circunstancia que no sucedía antes del inicio de la crisis».