Fotografía de archivo del 6-8-2006 del yate 'Fortuna'. | Efe

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El rey don Juan Carlos decidió renunciar al uso del yate Fortuna en 2013, ésta fue la tercera embarcación con ese nombre, que se le puso en recuerdo de aquel velero, clase Dragón, que tuvo el Rey en las olimpiadas de Munich.

Al primero, que en cuanto a diseño nada tuvo que ver con los dos últimos, de aluminio y línea más aerodinámica que aquel, lo heredó -se supone que lo compró- el marqués de Mondéjar, quien lo rebautizó con el nombre de Trinidad III.

El segundo se lo regaló el rey Jalid de Arabia Saudí. Ese día estaban en el Palacio de Marivent, como invitados, los grandes duques de Luxemburgo, que seguramente fueron los que lo estrenaron como invitados egregios.

El último Fortuna, que costó alrededor de 18 millones de euros, fue entregado al Rey «como muestra de reconocimiento por sus continuas pruebas de aprecio» a las Islas, además de sustituir la embarcación anterior que tenía continuas averías en sus singladuras por el mar balear. Llegó a Palma el 18 de junio -se entregó al día siguiente en un breve ceremonia-, tres años después de que se encargase su construcción a los astilleros Bazán de San Fernando (Cádiz).

Personalidades

El Fortuna más notorio de todos fue el segundo, que pertenece a la época en que la Familia Real, y el Rey más concretamente, invitaba a reyes, príncipes, personajes de la realeza europea, así como mandatarios y personalidades extranjeras.

Entre otros, navegaron los duques de Luxemburgo, lady Di y su esposo, el príncipe Carlos, la exemperatriz Farah Dibah y los presidentes Clinton y Aznar -navegaron juntos durante seis horas-. Tumy Bestard, agente consular de los Estados Unidos, regaló unas gorras de la VI Flota a los Reyes y a sus ilustres invitados. También subieron a bordo Bruno Kreisky, Carmen Cervera, el barón Thyssen, los exreyes de Grecia Constantino y Ana María, Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, Hussein de Jordania y su esposa, Noor, entre muchos otros.