El convenio colectivo de hostelería de Balears, además de englobar al sector hotelero, también incluye a las actividades de restauración y salas de fiesta. En la imagen, constitución de la mesa negociadora del convenio, en la que están los representantes de todas las patronales y de los sindicatos UGT y CCOO. Afecta a más de 100.000 trabajadores. | ultimahora.es

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La estrategia de actuación de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) no gusta al resto de patronales que negocian con los sindicatos el convenio de hostelería de Balears. Por eso, hacen un llamamiento al «sentido común» a la asociación que preside Aurelio Vázquez con el fin de evitar el conflicto laboral y social.

Las asociaciones de restauración de PIME y CAEB, presididas por Alfonso Robledo y Pilar Carbonell, respectivamente, junto a la de Salas de Fiesta y Discotecas de Balears (Abone), que preside Jesús Sánchez, emitieron ayer un comunicado conjunto en el que ponen de manifiesto su voluntad de «relanzar la propuesta de negociación con los representantes sindicales y reconducir dicha negociación en términos responsables por la trascendencia de los acuerdos que se puedan alcanzar». A pesar de que Sánchez manifestó su respeto por las estrategias del sector hotelero, recordó que el convenio también afecta a las actividades de restauración y salas de fiesta, por lo que deben firmar todos el convenio.

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Así, las citadas patronales consideran que, en pleno proceso de recuperación de la senda de crecimiento, «es imprescindible una apuesta clara en el intento de evitar conflictos que puedan revertir en la imagen de nuestra principal industria, aparcando algunas reivindicaciones más propias de escenarios de mayor estabilidad». Cabe recordar que la FEHM propuso una congelación salarial y otras medidas como la externalización de servicios y una mayor flexibilidad de la jornada laboral que han causado un gran rechazo por parte de los sindicatos UGT y CCOO.

En medio

Hasta ahora, el resto de patronales que negocian el convenio no se habían pronunciado, pero el verano se acerca y los avances para alcanzar un acuerdo son muy lentos. Sánchez explicó que están «en el medio» y que tendrán que asumir las consecuencias de las decisiones que tomen los hoteleros. Por ese motivo, piden «sensatez» al considerar que un conflicto en plena temporada «podría quebrar la senda de la recuperación».