Los cargos del PP celebran la victoria en las pasadas elecciones del domingo, en las que se cumplió el objetivo de ganar y mantener la distancia con el PSOE. Sin embargo, los malos resultados amargan la victoria de los populares. | Jaume Morey

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A pesar de que la línea oficial mantiene que lo del domingo fue una clara victoria, la realidad es que las señales de alarma ya se extienden en las filas del PP, donde cargos destacados de la formación piden que se actúe urgentemente para darle la vuelta al resultado del domingo.

El PP ganó y mantuvo las distancias con el PSOE, pero la pérdida de votos fue tan apabullante que muchos creen que será muy difícil recuperarlos en tan solo un año. «De los 20 puntos que perdimos, 10 puntos vendrán por sí solos, pero el resto nos lo tendremos que trabajar y mucho», afirma un cargo histórico en el partido.
La zozobra ha llegado también a los municipios gobernados por los populares, especialmente aquellos en los que los resultados han sido notoriamente peores que los del vecino, como Manacor, Inca, Llucmajor, Marratxí y, sobre todo, Palma.

Peleados

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La pelea entre José María Rodríguez y Mateo Isern se ha visto de forma manifiesta en la campaña y algunos atribuyen la caída de votos a esta situación. «En cualquier caso, si alguien tiene la culpa, es Rodríguez y no Isern», afirma el mismo cargo del partido.

El secretario general de la formación, Miquel Vidal, reconoce que los resultados no fueron los esperados, pero cree que hay motivos para el optimismo. Cree que hay tiempo para recuperar y augura que «nunca más» se volverá a repetir la movilización de la izquierda.

Mayoría absoluta

En lo que sí hay coincidencia es en que, si el PP no tiene mayoría absoluta, no gobernará. «Pero a esa frase hay que añadir que o mayoría absoluta u oposición, sí, pero solo con Bauzá, no con otro», asegura un dirigente. Reconoce que en el PP nadie se ha planteado la posibilidad de hacer un cambio de candidato, pero añade: «¿Y si por el camino se nos cruza la farmacia? Así cambia la cosa, ¿no?».