Imagen de bañistas en la playa de Magaluf. | Nuria Rincón

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Tres playas situadas en Baleares han sido calificadas como zonas de baño de mala calidad en 2013 por el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) publicado hoy: la de Magaluf, en Calvià y la D'Albercuix, en Port de Pollença, ambas en Mallorca; y la Cala Pedrera, en Es Castell, Menorca.

España está entre los países de Europa que más zonas de baño de mala calidad tenían en 2013, un 3 %, la mayoría de ellas concentradas en Galicia, según el informe.

El 92 % de las aguas de baño costeras y en el interior del país fueron consideradas de buena calidad o excelentes en la pasada temporada, lo que sitúa al país por debajo de la media Europea del 95 % y de otros del sur como Chipre (100 % excelentes), Malta (99 % excelentes), Grecia (93 % aprueban o son excelentes) o Croacia (95 % aprueban o son excelentes).

Por el contrario, los análisis de calidad concluyeron que el 3 % de las zonas de baño españolas no presentaban las condiciones mínimas para el baño o fueron cerradas, ya fuera por situaciones «anormales» detectadas o por estar contaminadas.

Hasta 71 zonas de baño fueron clasificadas como de mala calidad, de las que más de la mitad, cuarenta, se localizaron en Galicia.

Entre las playas gallegas con aguas no aptas para el baño están la de Sardineiro, en Finisterra, las playas Caranza y A Cabana, de Ferrol, la de A Concha, en Carino, la de A Ladeira, en Baiona, la de Lana, en Poio y la de Loudeiro, en Bueu o la Samil, en Vigo.

Tampoco aprobaron las aguas de ríos gallegos como el río Miño, a la altura de Tui, el río Saa, en A Pobra do Brollon, el río Orille, en A Bola, el Limia, en Baltar o el río Azorla, en Vilardevos.

Asturias presentó dos zonas de baño que no cumplían con los requisitos de calidad, la playa de Navia y la playa Frejulfe; Euskadi, tres: la playa de Saturrarán, en Mutriku, Guipúzcoa, la playa de Laidatxu, en Mundaka y la playa de San Antonio en Sukarrieta, ambas en Vizcaya.

Navarra registró aguas de mala calidad en tres zonas: el río Urederra, en Amescóa Baja, el río Esca, en Burgui y el río Anduna, en Ochagavía; mientras que en Madrid suspendió el río Manzanares a su paso por Manzanares el Real.

Cinco zonas de baño con mala calidad se situaron en la provincia de Ávila, en el entorno de la sierra de Gredos: el río Arenal y el río Pelayo, ambos en Arenas de San Pedro, la garganta del río Tietar, en Gavilanes y el río Cantos, en El Hornillo, además del río Tormes en el municipio de La Horcajada, también abulense.

Otros ríos que presentan zonas no aptas para el baño son el Arba, de Luesia, que discurre por la provincia de Zaragoza hasta desembocar en el Mediterráneo en la provincia de Tarragona; el río Arlazón, en Burgos; el río Alberche, en Escalona, Toledo; y el río Guadiana a la altura de Medellín, en Badajoz.

También la garganta Pedro Chate, en Jaraíz de la Vera, la garganta de Cuartos en Losar, de la Vera y la Rivera de Gata, en Moraleja, la Rivera de Acebo, todos ellos en la provincia de Cáceres; el río Arroyomolinos, de Zahara de los Atunes, Cádiz; el río Maitena, en Guejar Sierra, Granada; y el río Aguascebas, en Villacarrillo, Jaén.

Además, entre las playas suspendieron la del Parc del Nord-Est, en Sant Adrià del Besòs; la de Magaluf, en Calvià y la D'Albercuix, en Port de Pollença, las dos en Mallorca, y la Cala Pedrera, en Es Castell, Menorca.

También la playa de Los Palmones, en Los Barrios, y la de Bajo de Guía-Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda, ambas en la provincia de Cádiz.

Pese a estos datos, el 97,1 % de las aguas costeras de España tenían una calidad suficiente o muy buena para el baño en 2013, y solo un 0,1 % de éstas tuvieron que ser cerradas, en concreto la playa de Bobarrango, en Galdar, en Las Palmas, y la Playa Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife.

Durante la pasada temporada, solo fueron cerradas otras dos zonas de baño fluviales, ambas situadas en distintos tramos del río Jucar, en Cuenca.

Los datos de la AEMA muestran que después de 2004, año en el que la práctica totalidad de las zonas de baño costeras en España aprobaban los parámetros de calidad, se produjo una caída en 2009 y 2010, que ahora se ahora se recupera.

Las aguas de interior han presentado una menor calidad de media, que también sufrió un retroceso notable entre 2009 y 2011, aunque ahora la tendencia vuelve a ser al alza.

«Es una buena noticia que la calidad de las aguas de baño (en Europa) siga siendo elevada, pero no podemos dormirnos en los laureles», afirmó el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik.