TW
4

Técnicos del Ayuntamiento de Palma llevarán a cabo, a partir del próximo 1 de junio, un programa de formación dirigido a la plantilla de la Policía Local con el objetivo de darles a conocer el contenido de la Ordenanza de Convivencia Cívica, ya en vigor.

Este programa formativo dirigido a los agentes municipales se desarrollará hasta el 8 de junio. Representa, además, el primer paso de la intensa labor informativa anunciada el pasado 23 de abril por el primer teniente de alcalde de Turismo y Coordinación Municipal, Alvaro Gijón, para favorecer el proceso de adaptación de los ciudadanos de Palma al nuevo reglamento sobre conducta cívica en la ciudad y que en Playa de Palma comenzará a aplicarse desde mediados de junio.

Una vez concluido el período de formación entre los efectivos de la Policía Local de Palma, éstos desplegarán de forma inmediata una campaña informativa en todos los distritos de la ciudad. Con el ánimo de fomentar al máximo el espíritu de convivencia entre los palmesanos, esta labor se llevará a cabo de lunes a domingo en diferentes horarios de la jornada.

Esta campaña se desarrollará a pie de calle durante los meses de junio y julio. En ella, los agentes municipales repartirán folletos informativos y resolverán, de forma verbal, cualquier duda que los artículos de la ordenanza puedan plantear.

Esta labor informativa pivotará, principalmente, en asuntos de interés público como la tenencia de animales domésticos y la conducta que sus dueños deben garantizar en la vía pública a la hora, por ejemplo, de realizar sus necesidades; la correcta circulación de las bicicletas, la prohibición relativa a determinados comportamientos o actividades como la venta ambulante, escupir o arrojar desperdicios en la calle, el botellón, la realización de pintadas y grafitis o hacer las necesidades fisiológicas en lugares indebidos.

Así como el uso respetuoso que debe hacerse de los espacios públicos, por ejemplo reservando el uso de balones y patines en los espacios habilitados a tal efecto; la prostitución en la vía pública, prohibida en todo el ámbito de la Playa de Palma y que, en el resto de la ciudad, será objeto de sanción para las personas que requieran estos servicios sexuales.

La campaña ciudadana dará comienzo el 9 de junio, al día siguiente de finalizar los agentes de Policía Local su proceso de formación, y se desplegará por espacio de 10 días en cada una de las barriadas a visitar. Estas serán Son Dameto, del 9 al 18 de junio; Pere Garau (19 al 28 de junio), Porta de Sant Antoni (29 de junio al 8 de julio), Coll den Rabassa (9 al 18 de julio) y Son Oliva (19 al 28 de julio).

Una vez finalizada esta labor, el Ayuntamiento recopilará toda la información obtenida de los ciudadanos y la dará a conocer dentro del mes de agosto con el ánimo de que la ordenanza, aún cuando ya está en vigor, pueda aplicarse a partir de septiembre.

EN PLAYA DE PALMA, APLICACION EN JUNIO

Con la excepción de Playa de Palma donde, como se ha dicho, la ordenanza se aplicará a partir de mediados de junio, en el resto de la ciudad no está previsto imponer sanciones por actitudes contrarias al civismo hasta el mes de septiembre salvo en los casos que puedan considerarse extremos o que impliquen contravenir alguna de las ordenanzas municipales ya en vigor.

Paralelamente a la actividad a desarrollar en los distritos de Palma, los técnicos municipales procederán en los diez primeros días de junio a llevar a cabo una intensa labor de información entre los touroperadores, hoteles y oferta complementaria de Playa de Palma para que puedan dar a conocer los detalles de la Ordenanza de Convivencia Cívica y su obligado cumplimiento a partir de mediados de mes entre los turistas que elijan este destino para sus vacaciones.

Con esta medida, el Ayuntamiento de Palma da un paso más en su voluntad de hacer de Playa de Palma un destino más seguro para el turista adoptando medidas que le protejan de actividades ilícitas como la prostitución en vía pública, el trile o la venta ambulante y fomenten para el conjunto de usuarios una playa en óptimas condiciones sin presencia de residuos o cristales resultantes de la práctica del botellón que puedan poner en peligro la integridad de los bañistas.