Unas 200 personas se sumaron a la protesta de Amnistía Internacional en Palma. | P. Pellicer

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La reunión anual de Amnistía Internacional que se ha celebrado este fin de semana en Palma concluyó ayer con la Marcha por la Libertad de Expresión y Reunión. Bajo el lema ‘No pienso Callarme’ la organización internacional denunció la «grave violación de los derechos humanos en España, en el marco de la crisis económica. En concreto, aludió a las «restricciones en el acceso a la salud y en materia de desalojos».

En este sentido el presidente de AI en España, Esteban Beltrán, destacó la retirada de tarjetas sanitarias en Balears: «El miércoles mantendremos una reunión con el titular de la Sanidad balear para expresarle nuestra preocupación por haber retirado, al menos, 20.000 tarjetas sanitarias a inmigrantes».

Beltrán criticó duramente iniciativas legislativas, como la reforma del Código Penal y la propuesta de Ley de Seguridad Ciudadana, «que pretenden restringir el derecho de libertad de expresión y reunión» y actuar «con impunidad» contra los derechos civiles.