Uno de los momentos del congreso 'Lo que de verdad importa'. | M. À. Cañellas

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Es un congreso diferente, ameno y demostradamente participativo para los asistentes. ‘Lo que de verdad importa’, que ayer celebró su cuarta cita anual consecutiva en Palma, no tiene la intención de aleccionar, ni de proponer conceptos teóricos, sino de presentar en primera persona y en directo casos reales de superación, de valentía y de solidaridad. Las tres historias, que en el caso de ayer correspondían a Lucía Lantero, Amuda Goueli y Antonio Rodríguez ‘Toñejo’, sirven como en cada cita para alentar la reflexión del auditorio –alguna lagrimilla se escapó– para sacar sus propias conclusiones, aplicables en razón de edad a su futuro personal y profesional.

La Fundación ‘Lo que de verdad importa’ (LOQDVI) es una organización sin ánimo de lucro cuyo fin es la promoción y difusión de valores humanos universales. Se inspira en el testimonio de Nicholas Fortsmann, un multimillonario que enfermo de cáncer y ya sin apenas horizonte vital escribió los asuntos que realmente le habían importado en su existencia con el título What really matters.

En el caso de Mallorca, LQDVI tiene como primer respaldo a escala pública –presidente de honor– al tenista Rafa Nadal, y como patrocinadores a Telefónica y las fundaciones Rafael del Pino, Ranstadt, AXA y Cuatrecasas. Son colaboradores locales Air Europa e Iberostar, y recibe el apoyo de otras entidades, entre ellas Ultima Hora.

Durante la jornada en la que tiene lugar esta cita, también son protagonistas en nuestra ciudad un numeroso grupo de voluntarios que se encargan de la organización y la logística del evento, así como de trasladar las preguntas de los asistentes a los ponentes, que las contestan también en directo.

Ese aspecto de participación es una de las claves de los congresos LQDVI, destinados a la empatía entre ponentes y asistentes.