Vista general de la Granja de Esporles. | ultimahora.es

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La apertura al público de Raixa por parte del Consell de Mallorca no ha sentado bien a todo el mundo. «Quiero manifestar mi total disconformidad, en cuanto a que constituye una competencia directa y, a mi entender, desleal, con otras empresas de ámbito privado dedicadas a actividades similares», criticó el dueño y titular de la explotación de La Granja d’Esporles, Cristóbal Seguí, quien ya denunció los hechos en octubre de 2012 ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).

Ambas fincas se encuentran a pocos kilómetros de distancia una de otra y las dos están ubicadas en el marco de la Serra de Tramuntana.

La principal crítica de Seguí es la inversión pública en Raixa. «La apertura de la finca deja a la iniciativa privada en una situación de indefensión, ya que las inversiones realizadas en Raixa se han llevado a cabo con financiación pública», sostiene. Sobre esta cuestión, en su denuncia ante la CNC hacía constar que «la inversión y el desarrollo de la actividad en La Granja se han basado en aportaciones íntegramente privadas, sin abastecerse de ningún tipo de subvención pública».

Por este motivo, solicitaba «una averiguación de esta competencia desleal e inoportuna para los intereses privados, originada en decisiones de políticos ambiciosos que perjudican a la empresa privada, con inversiones brutales».