Cartel de la campaña "Lejos de mi playa".

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Las Juventudes Socialistas de España (JSE) han denunciado que las prospecciones petrolíferas proyectadas en Baleares y Canarias supondrán un «ataque» a sus costas y ecosistemas y, para rechazarlas, han puesto en marcha una campaña bajo el lema «Lejos de mi playa».

Con esta iniciativa, los jóvenes socialistas apuestan por un modelo energético sostenible que fomente un turismo innovador en el que se aprecien los espacios naturales y rechazan un desarrollo hacia modelos energéticos caducos.

En un comunicado, JSE defiende su apuesta por un sistema energético basado en energías renovables que reduzca de forma notable los «elevados niveles de contaminación» que en la actualidad se generan con la quema de combustibles fósiles.

El secretario general de JSE, Nino Torre, advierte de que el petróleo «no es un recurso eterno ni renovable» y que su explotación tendrá «graves consecuencias» para las costas y los ecosistemas que las rodean, por lo que los socialistas no pueden quedarse de «brazos cruzados» ante este «ataque».

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«Con esta campaña, JSE reclama al Gobierno central y al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que apuesten por un cambio de modelo energético en España, dejando de lado fuentes agotadas como el petróleo», añade.

Los jóvenes socialistas exigen al ejecutivo estatal que no autorice las prospecciones petrolíferas ni Baleares ni en Canarias, por resultar contrarias al interés general de la población.

«Un derrame de medianas dimensiones es perfectamente normal e inevitable en una extracción de estas características y, por ejemplo, en el caso canario, llegaría en cuestión de horas a Lanzarote y Fuerteventura», sostiene Torre.

El secretario general de los jóvenes socialistas defiende que el único camino posible es apoyar la implantación progresiva de energías alternativas, ya que los dos archipiélagos tienen sol, viento y mareas, que, al contrario que el petróleo, son «fuentes inagotables».

Los jóvenes socialistas de Baleares y Canarias resaltan que lucharán por parar este «ataque al ecosistema» que, a demás de ser negativo por sí mismo, «perjudicará todo el sustento económico de las islas».