Varias localidades y colegios han celebrado el tradicional Entierro de la Sardina con el que se pone fin al Carnaval. | Miguel Ángel Antich

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Tras una semana llena de ruas, ruetas, imaginación y color, Mallorca despide el Carnaval con el tradicional Entierro de la Sardina. Ejemplo de ello han sido los celebrados en el colegio Sagrat Cor de Palma y el organizado por los vecinos de Portol, uno de los de más solera de la isla.
Así, esta tarde los 160 alumnos de tercer ciclo de Educación Primaria han protagonizado una procesión por varias calles aledañas al colegio: Pare Antoni Oliver, Son Espanyolet, Hondures, Bellpuig, Costa Rica, Soló y Guatemala. En la comitiva no han faltado los personajes habituales, como son el capellán, la viuda, el alcalde y el enterrador.
Una vez de vuelta a la escuela, se ha procedido a la despedida de la sardina, fabricada en cartón piedra por los alumnos de necesidades educativas especiales y que, debido al fuerte viento, no se ha podido quemar como es tradición.
Del mismo modo, Pòrtol no faltó a la tradición, reuniendo a un nutrido grupo de personas para dar el último adiós a los carnavales en forma de entierro de la Sardina.
A media tarde, la comitiva integrada por banda de música, sacerdote y monaguillos -todos féminas-, representación política, plañideras y demás acompañantes, comenzó a recorrer diversas calles de la población en medio de los aplausos de los espectadores.
Como no podía ser de otro modo, el acto terminó con la quema de la sardina en medio del ambiente festivo al que acostumbra este núcleo marratxiner.