Performance en la playa de Can Pere Antoni contra las prospecciones petrolíferas. | Joan Torres

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La Federació Balear de Confraries de Pescadors alerta de que prospecciones petrolíferas previstas en aguas próximas al archipiélago supondrán la «estocada definitiva» al sector y su consiguiente ruina económica.

Así se expresaron ayer el presidente de la federación de cofradías, Joan Cánaves, y el secretario de la misma, Antoni Garau, en el transcurso de una rueda de prensa convocada para expresar su «no rotundo» a los sondeos petroleros, de momento, autorizados por el Ministerio de Industria y Energía en el Mediterráneo español, concretamente en el Golfo de Valencia, el Golfo de León (norte de Menorca) y en el Mar Balear. Para intentar frenar las mencionadas prospecciones, en todas las alegaciones presentadas a los tres proyectos petrolíferos, los profesionales de la pesca solicitan la declaración negativa del informe de impacto ambiental, todavía por redactar y, a día de hoy, último recurso para frenar estas campañas sísmicas.

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Las cofradías de pescadores apuntalan su oposición a los sondeos sobre una exposición de 11 motivos, aunque, según Garau, «podrían ser 111». Entre los argumentos esgrimidos, destacan el fuerte impacto que tienen las emisiones acústicas sobre los caladeros, provocando cambios de comportamiento de los peces, desorientación, reducción de poblaciones por estrés y daños físicos sobre tejidos y estructuras auditivas.

Asimismo, el sector cuenta con diversos estudios que demuestran reducciones importantes de capturas de entre un 30 y un 70 por ciento. En este sentido, Antoni Garau advierte de que prospecciones similares a las proyectadas en Balears llevadas a cabo en el Golfo de San Jorge (Argentina) acarrearon la desaparición total de la pesca por un espacio de 19 meses. De esta manera, asegura la patronal, la flota pesquera quedará amarrada a puerto debido a la falta de recursos y al mayor consumo de combustible para llegar a zonas más lejanas donde los efectos de las emisiones acústicas no sean tan elevadas, «un hecho que hará que gran parte del sector pueda desaparecer, juntamente con el componente tradicional, gastronómico, turístico y cultural de la pesca en Balears. Se dará un grave desabastecimiento de producto insular en las grandes superficies comerciales, pescaderías y restaurantes», advierten desde la federación.