Manifestación de activistas republicanos en las inmediaciones de los juzgados de Palma, esperando la llegada de la infanta Cristina. | Pere Bota

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Los primeros manifestantes han empezado a llegar a las inmediaciones de los juzgados de Palma, en los que hoy está citada a declarar la infanta Cristina en calidad de imputada por el caso Noós.

Cerca una veintena de simpatizantes republicanos, varios de ellos con las banderas republicana y comunista, merodean frente al edificio de los tribunales bajo la vigilancia de los efectivos policiales que están desplegados por la zona.

Además de partidarios de la Asamblea Republicana de Mallorca, que ha convocado la concentración con motivo de la comparecencia de la infanta Cristina en las próximas horas, también se manifiesta un reducido grupo de activistas de Ibiza contrarios a las prospecciones petrolíferas que se proyectan en aguas próximas a Baleares.ç

Uno de los miembros de esta plataforma, Sergio Lleò, ha explicado que el objetivo de la protesta es llamar la atención de los españoles para que «todos unidos» paren los proyectos de sondeos petrolíferos en las costas del país, y en este caso en concreto, las prospecciones que están previstas en aguas de Baleares.

Esta plataforma está compuesta por varias entidades públicas y privadas de las Islas, entre las que se encuentran 'Balears diu no', 'Mallorca diu no', y Alianza Mar Blau, entre otras.

Así, Lleó ha lamentado que la Monarquía «nos esté fallando, los políticos también» y ahora, ha dicho, «nos quieran vender nuestro mar. Sabemos como empieza esto, pero no como acaba», ha espetado.

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También se han desplazado a recibir a la Infanta trabajadores de la planta de Coca-Cola amenazada por el cierre, aprovechando así la posibilidad de extender sus reivindicaciones.

La protesta verde no ha sido menos, y un grupo de docentes han desplegado una gran pancarta en la que se puede leer "SOS Education. Stop Repression".

Cerca de 200 agentes los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han sido movilizados para mantener el orden y velar por la seguridad de la infanta, a quien el juez instructor del caso, José Castro, aguarda hacia las 10 de la mañana.

A las 06:45 horas, cuando aún no había amanecido, han llegado hasta los juzgados una decena de furgones de la Policía Nacional con efectivos, y poco antes han abierto la verja de la puerta trasera del edificio de los tribunales por la que se prevé que acceda la infanta Cristina.

Con la misión de ordenar el tráfico, al menos otros 30 agentes de la Policía Local se han situado en puntos de las proximidades del edificio de cuatro plantas que alberga los tribunales, ubicado en una de las principales arterias de Palma.

El dispositivo policial ha establecido un cordón de seguridad de unos 200 metros, también estrictos controles en toda la manzana de edificios y en las calles del perímetro, además de sellar cada una de las alcantarillas.

Un enjambre de periodistas aguarda la llegada de la hija del Rey en el patio posterior del edificio y en el exterior, donde ya ayer se registró durante gran parte del día un continuo trasiego de fotógrafos, operadores de cámara y curiosos.