Margalida Ramis, del GOB, frente a la sede de Gesa. | Joan Torres

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El GOB ha llevado a cabo una acción de protesta en la que ha denunciado, en el marco de la 'Plataforma NO queremos ser el estercolero de Europa', «los intereses oscuros que se esconden detrás la operación de importación de residuos», según ha señalado el grupo ecologista en un comunicado.

Por esta razón, el grupo ecologista ha protagonizado este viernes una acción de protesta para «poner cara y ojos» a lo que consideran una «operación perversa».

«La operación de importación de residuos, es la operación política más perversa de sometimiento del interés general a los intereses lucrativos de una empresa privada, a pesar de los impactos sociales, ambientales, de imagen turística y de salud que van ligados al negocio de la incineración de residuos, de los últimos años», ha señalado al respecto.

La operación de importación de residuos sólo tiene una entrada positiva en el balance de cuentas económico: la venta de energía eléctrica.

En su opinión, obedece a intereses empresariales el convertir los hornos en centrales eléctricas, a pesar de la baja eficiencia del proceso y la contaminación que genera, porque la venta de electricidad, considerada en régimen especial, «es el gran negocio actual de la incineración», han apostillado.