Imagen de archivo de una fiesta anual de padres y madres con sus hijos adoptivos. Mallorca ha sido en los últimos años una de las zonas en las que más adopciones se han realizado. | Julián Aguirre

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Las adopciones de menores continúan en caída libre, tanto es así que en la última década estos procesos se han reducido un 50 por ciento en el caso de las nacionales y un 72 por ciento en el de las internacionales. Según los datos oficiales que maneja el Institut Mallorquí d´Afers Sociales (IMAS), el año pasado (en concreto hasta el 4 de diciembre) se adoptaron 20 niños o niñas nacionales y otros 23 extranjeros. De estos últimos hasta diciembre habían llegado a la Isla 18, procedentes 9 de ellos de Rusia, 3 de China, 1 de Filipinas, 1 de India, 3 de Polonia y 1 de Mali. El resto se esperaba su llegada antes de finalizar el año.

Estas cifras están muy alejadas de las que se registraban hace unos años, de hecho nos remontan a las de los años 80 del pasado siglo. Entre las razones principales están el endurecimiento de las condiciones por parte de los principales países emisores –un caso paradigmático es el de China–, y también la crisis económica, que ha condicionado los planes de muchas personas o parejas a la hora de seguir adelante con el proceso de adopción.

Y ello se refleja también en los datos de solicitudes de adopción por parte de familias, que también se han ido reduciendo de forma paulatina durante los últimos años y en especial desde 2012, cuando se produjo una caída brusca de las peticiones (ver gráfico).

Lejos queda el principio del presente siglo cuando en Mallorca se adoptaron cien menores extranjeros o 96 el año anterior. Con respecto a las adopciones nacionales, aunque siempre han sido menores por la menor oferta, también se alcanzaban cerca de cuarenta adopciones anuales, por ejemplo en el año 2003.

Rusia es, hoy por hoy, el principal país de procedencia de las adopciones internacionales tanto a nivel nacional como insular, pero sobre todo para los menores con algún problema físico o psíquico.

Según explica el presidente de la Associació Illes Balears d’Adopcions (AIBA), Ramón Rotger, actualmente adoptar un menor sin ningún tipo de problema es mucho más difícil que hace unos años. Y lamenta que aún sea más complicado en el caso de los menores nacionales por las trabas administrativas que se encuentran los aspirantes.