El president del Govern, José Ramón Bauzá, saluda a los miembros del Consell Consultiu.

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El presidente del Consell Consultiu, Rafael Perera, lanzó ayer un contundente alegato en defensa de la independencia de esta organismo en el acto de entrega de la memoria de 2012 de este órgano asesor. Lo hizo además en presencia de José Ramón Bauzá y del vicepresident del Govern, Antonio Gómez, con quienes el órgano asesor ha mantenido discrepancias a raíz de los últimos informes, especialmente el relativo al proyecto de ley de símbolos.

El presidente del órgano de consulta que asesora el Govern recordó que la esencia de cualquier órgano de consulta pasa por defender su independencia, objetividad y el rigor jurídico.

Incómodo

El presidente del Consell Consultiu añadió que los poderes públicos no deben entender la función de este órgano como un trámite «incómodo» que alarga el procedimiento de aprobación de los expedientes, sino como un una fórmula de colaboración y como una garantía para el Estado de derecho. «Sirve para ayudar al Govern a acertar en la toma de decisiones», añadió.

También apeló al valor de la minorías y a la necesidad de que en una sociedad democrática se respeten las opiniones discrepantes «a ultranza» y puso como ejemplo algunos de los dictámenes emitidos por el Consell Consultiu, en los que algunos de sus miembros han mantenido votos particulares discrepantes.

Por último, el presidente del órgano asesor defendió la pervivencia del Consell Consultiu, ahora que hay voces que defienden su desaparición en aras del ahorro y la austeridad. «Hacemos un trabajo técnico y altamente cualificado velando por la observancia de la Constitución y del Estatut».