El doctor Joan Miquel Batle, junto a la cámara hiperbárica de Clínica Juaneda.

TW
0

La ola de frío que han sufrido las Islas estas dos últimas semanas ha provocado bastantes intoxicaciones por monóxido de carbono (humo), que han sido tratadas por el doctor Joan Miquel Batle que es el responsable de los tratamientos con la cámara hiperbárica de Clínica Juaneda.

«Con la ola de frío hemos atendidos a ocho intoxicados por humo -cinco de Mallorca y tres de Menorca- en una semana», explica el doctor Batle Vidal.

Intoxicaciones

«Hemos detectado que hay muchos inmigrantes que compran carbón de barbacoa y lo utilizan como si fuera leña, cierran la casa a cal y canto para evitar tener frío y se intoxican», apuntó ayer el doctor Batle.

El experto en Medicina Hiperbárica pide precaución a la hora de utilizar algunos productos que pueden provocar graves problemas de salud.

Las intoxicaciones por monóxido de carbono se pueden tratar con diversos tratamientos y a veces se utilizan más de uno. La terapia de oxígeno hiperbárico, que es la que lleva a cabo el doctor Batle, se utiliza para obtener más oxígeno para el cuerpo. El oxígeno se administra bajo presión para ayudar a que éste penetre en los tejidos y en la sangre. Durante el tratamiento el paciente permanece en la cámara hiperbárica.

Tal y como explica el experto, la cámara hiperbárica es un habitáculo rígido capaz de contener en su interior aire o presión superior a la atmosférica, cuenta además, con unos dispositivos que mantienen la presión y las condiciones ambientales idóneas para que las personas permanezcan respirando oxígeno puro.

La cámara hiperbárica no sólo se utiliza en el caso de intoxicaciones por monóxido de carbono, también se utiliza cuando un buceador ha tenido problemas de descompresión, en el caso de las úlceras o lesiones en los enfermos de diabetes (pie diabético), lesiones debidas a los efectos secundarios de la radioterapia, infecciones por bacteroides, síndrome de aplastamiento, entre otras.

En la cámara hiperbárica de Clínica Juaneda de Palma se realizan unos 4.000 tratamientos al año, según explica el doctor Joan Miquel Batle.