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El Govern confía en que el ejecutivo central habilite ayudas para compensar los daños sufridos por particulares, empresas e instituciones afectados por las lluvias torrenciales y los fuertes vientos registrados anteayer en Mallorca.

La portavoz del Govern, Núria Riera, ha explicado que la declaración de zona catastrófica es una figura que ya no existe, pero que el Gobierno aprueba cada año ayudas para los damnificados por fenómenos meteorológicos extremos.

«Lo importante es valorar todos los daños lo antes posible de manera documentada», ha subrayado en la rueda de prensa posterior al Consell de Govern la portavoz del gabinete.

Riera ha indicado que el ejecutivo ha ofrecido toda su colaboración a los ayuntamientos de Santanyí y Ses Salines, donde se encuentran lo núcleos de población más dañados y con cuyos alcaldes se reunió ayer durante una visita a las zonas castigadas por la tormenta.

Ha explicado que en el recorrido que realizó, principalmente en Cala d'Or y Cala Esmeralda y la Colònia de Sant Jordi, comprobó los daños en el tendido eléctrico, muros, vías públicas y viviendas particulares ocasionados por la lluvia y el fuerte viento, unos desperfectos por cuya reparación podría conceder ayudas «a final d año» el Gobierno.

Riera, consellera de Administraciones Públicas, ha encomiado el trabajo de los cuerpos de seguridad y los servicios públicos de asistencia en caso de catástrofes y también el respaldo de voluntarios de la Cruz Roja y Protección Civil y de entidades patronales como las asociaciones hoteleras.