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Diez extrabajadores del yate 'Fortuna' cuyo contrato fue rescindido después de que Patrimonio Nacional pusiera fin a la adjudicación del servicio de mantenimiento de la embarcación, recibirán una indemnización total de alrededor de 1,2 millones de euros después de que así lo hayan acordado las partes durante el juicio celebrado en la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB).

En concreto, las cantidades por cada uno de los afectados oscilan entre los 54.000 y los 185.000 euros. No obstante, el tribunal deberá decidir ahora si las empresas demandadas -tanto Patrimonio Nacional como Unión Naval Valencia, mercantil concesionaria del servicio- harán frente al pago de forma conjunta y solidaria a las cantidades o si, por el contrario, tan sólo una de ellas será condenada a abonar las indemnizaciones.

Tal y como han informado fuentes jurídicas, a los exempleados se les ofreció cobrar 20 días por año trabajado, si bien no aceptaron la propuesta al reclamar 45 días. Finalmente, con el acuerdo alcanzado, percibirán lo correspondiente a 33 jornadas anuales. Los trabajadores entienden además que se produjo una cesión ilegal de los mismos por parte de Patrimonio Nacional, de cuya propiedad era el yate, hacia Unión Naval, titular de sus contratos.

La vista oral se ha prolongado durante aproximadamente veinte minutos y en ella han estado presentes los abogados de las distintas partes afectadas, entre ellos un representante de la Abogacía General del Estado en nombre de Patrimonio Nacional. El tribunal que debe dictar sentencia, previsiblemente la próxima semana, está presidido por el magistrado Francisco Javier Wilhelmi.

Los demandantes fueron despedidos después de que Patrimonio Nacional indicase a la empresa adjudicataria la finalización de los servicios de mantenimiento, tras solicitar el Rey al organismo público que iniciase los trámites para la desafectación del barco como bien de la entidad. Los empleados consideran improcedente su despido, por lo que han decidido llevar a los tribunales tanto a Patrimonio Nacional como a Unión Naval Valencia.

Cabe recordar que el monarca recibió el 'Fortuna' como regalo de un grupo de empresarios mallorquines en el año 2000, para sustituir al anterior 'Fortuna' que Don Juan Carlos había percibido también como obsequio del Rey de Arabia Saudí a finales de los años 70. Hubo un primer 'Fortuna', con el que el entonces Príncipe de España compitió en unos Juegos Olímpicos de Munich de 1972 y que acabó siendo donado al Museo Olímpico de Barcelona.

Características del yate

Construido por los astilleros de Izar en San Fernando (Cádiz), el yate actual tiene una cubierta principal con un salón noble, un comedor, una cocina y un gran puente de mando. En el piso inferior, tiene cuatro camarotes, dos reservados para el Rey y sus invitados, que ocupan toda la manga, y otros dos a ambas bandas del pasio central.

Según indicaron fuentes de Casa Real, en 2012 el Rey sólo navegó con el 'Fortuna' un solo día, el 13 de agosto. Ese día, el monarca almorzó en alta mar con la tripulacion del barco, que permaneció unas ocho horas navegando. Los técnicos de mantenimiento habían aconsejado mover el yate, que llevaba ya mucho tiempo sin salir de puerto, y el monarca decidió acompañar a la tripulación, según informó entonces Zarzuela.

Desde que se decidió recortar gastos, la Familia Real salía a navegar con el 'Fortuna' de forma excepcional, ya que llenar el depósito del yate cuesta 25.000 euros. En su lugar utilizaban la lancha 'Somni', propiedad del armador Josep Cusi, que éste pone a disposición del Rey todos los veranos.