El portavoz del PSIB, Jaume Garau, junto a Mercedes Garrido, en un pleno anterior. | Teresa Ayuga

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Tenía que ser un pleno tranquilo, pero el debate lingüístico encendió la sesión del Consell de Mallorca. El portavoz de los socialistas en la institución insular, Jaume Garau, acusa al PP de practicar una política propia «de la extrema derecha» que tendrá consecuencias muy graves en el futuro.

El PP se indignó con las afirmaciones de Garau, especialmente el vicepresident, Joan Rotger, que incluso llegó a interrumpir el pleno unos segundos con sus protestas.

Requisito

La polémica se produjo en pleno debate sobre la adaptación del IMAS a la modificación de la Ley de Función Pública: el catalán ya no será un requisito para trabajar en el Institut Mallorquí d’Afers Socials. La presidenta, Catalina Cirer, defendió que se trata de una simple adaptación a la ley, pero el socialista Garau incidió en sus críticas hasta el punto de espetarle: «Allá usted con su conciencia». La institución insular celebraba ayer su pleno ordinario, en el que se aprobó destinar el remanente de crédito, unos 36 millones de euros, a pagar amortizaciones a los bancos, lo que implicará una reducción de la deuda global de la institución.

El Consell aprobó además la nueva tarifa de eliminación de los residuos cárnicos, que será de 39,45 euros por tonelada. Es una vieja reivindicación de los productores de este tipo de desechos, que finalmente se ha podido arreglar.

Ley del Suelo

En la misma sesión plenaria se debatieron dos propuestas de la oposición para que el Consell presente enmiendas al proyecto de ley del suelo que ha elaborado el Govern.

Socialistas y nacionalistas criticaron que la ley permita legalizar las viviendas ilegales en suelo rústico y pidieron que el Consell intervenga, pero el conseller de Territori, Mauricio Rovira, afirmó que no es competencia del Consell presentar enmiendas ya que ese es trabajo de los grupos parlamentarios.