La universidad a distancia, una buena oportunidad de progresar en tiempos de crisis

El aumento de estudiantes es una constante que en los últimos años se ha disparado por un claro motivo: la crisis económica y la dificultad para encontrar empleo. Así, la UNED ha pasado de tener 4.620 alumnos en el curso 2002-2003 a 13.993 en el curso 2012-2013.

Mallorca es, con un 9,6 %, la isla que ha registrado un mayor aumento de personas inscritas con respecto al año anterior, seguida de Eivissa, con un 6,7 %, y de Menorca, con un 1,7 %.

Además, crece también el número de créditos en enseñanzas oficiales de los que se matriculan los alumnos en un 17,3 %. Como media, cada uno de ellos se ha matriculado en entre 25 y 40 créditos por curso, lo que equivale a entre cinco y siete asignaturas cuatrimestrales, o el equivalente en anuales.

Los estudios de grado son los que tienen más demanda, y esta crece especialmente entre los jóvenes menores de 25 años como alternativa a la crisis. Son una opción cuando resulta imposible salir de las Islas o cuando se carece de recursos para dedicarse solo al estudio y hay que compaginar este con otras actividades.

Así, el 87 % de los estudiantes del curso 2012-2013 se matricularon en estudios de grado, y en los antiguos planes: el 9 % en licenciaturas, el 3 % en diplomaturas y el 1 % en ingenierías. Para este próximo curso se prevé que el número de alumnos de planes antiguos sea inferior al 10 %.

Psicología, Derecho, Administración y Dirección de Empresas, Historia del Arte, Geografía e Historia, Estudios Ingleses, Educación Social, Turismo, Trabajo Social y Pedagogía son los estudios más demandados.

Pero no solo entre los más jóvenes crece la demanda. La actual situación económica genera que un mayor número de personas adultas dispongan de tiempo para cursar estudios con la intención de adquirir un título universitario que les permita progresar en la vida o estudiar lo que no pudieron estudiar en su momento. De hecho, la media de edad de los estudiantes del centro se sitúa en 36,8 años.

La flexibilidad que ofrece, sin necesidad asistir a las aulas con regularidad; la incoporación de las tutorías a la carta y el hecho de que se trate de una universidad pública de implantación en todo el Estado, lo que facilita la movilidad del alumnado no solo entre las diferentes comunidades autónomas, sino también en el extranjero, han convertido la UNED en un valor en alza.