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MÉS ha exigido este miércoles al alcalde de Palma, Mateo Isern, que «abra el diálogo» con los trabajadores de Emaya ante la «falta de información» que consideran que hay en la empresa pública.

Después de que representantes sindicales de la empresa hayan acudido este miércoles a Cort para pedir la intermediación del alcalde y que éstos, según los econacionalistas, hayan salido sin respuesta, MÉS ha criticado también que los empleados hayan sido tratados como delincuentes al ser escoltados por la Policía Local.

La coalición ecosoberanista cree urgente que, tanto el primer edil como el regidor responsable del área y presidente de la empresa pública, Andreu Garau, informen debidamente a los representantes sindicales de Emaya sobre el Plan de Reconversión Empresarial.

«Los trabajadores siguen sin respuesta del alcalde ni del presidente de Emaya. Los sindicatos tienen derecho y obligación de conocer los planes de futuro que tiene la empresa y como afectará a sus trabajadores», ha indicado MES.

La regidora Marisol Fernández ha explicado que los sindicatos apelan al alcalde «después de comprobar que no existe esta vía de diálogo a través de la dirección de la empresa.

En este sentido, Fernández ha acusado a Isern y a Garau de ser los responsables del aumento de la conflictividad y de crear malestar entre los trabajadores de Emaya ante la negativa de abrir esta vía de diálogo e información. «Isern no puede ignorar a los representantes legales de los trabajadores porque hacerlo supone provocar un ambiente de crispación y conflictividad que se podría evitar abriendo los canales de diálogo e información directa», ha manifestado.

MÉS considera imprescindible la participación de los trabajadores de las empresas públicas en los procesos de cambio internos con el objetivo de mejorar la eficiencia. Además, señala que un alto nivel de conflictividad en la empresa pública generará perjuicios directos sobre el servicio público, y, por tanto, sobre los ciudadanos.

Por otro lado, ha remarcado que es inadmisible que los trabajadores de esta empresa pública hayan sido «tratados como delincuentes o criminales» en su visita al Ayuntamiento y se ha preguntado qué teme el alcalde para dar «estas instrucciones de seguridad tan exageradas».