Fiesta de graduación en la UIB. | Pere Bota

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«Somos una buena universidad. La UIB es una de las mejores del Estado español», así lo afirmó rotundo el rector, Llorenç Huguet en la clausura de la ceremonia de graduación de la primera promoción de graduados de la Universitat de les Illes Balears.


La ceremonia, que contó con la participiación de 950 de los cerca de mil graduados de este año y sus familias que llenaron la zona de Son Lledó del campus universitario, empezó con la llegada de la procesión académica precedida por los símbolos de la antigua universidad el birrete, el mazo, el sello y los estatutos.

Estudiantes

Dos jóvenes licenciados en Matemáticas, Fàtima Jdayah y Henrik Gago, fueron los encargados de pronunciar unas palabras en representación de todos sus compañeros graduados. Ambos jóvenes recordaron con cariño -y fueron muy aplaudidos por el público- la labor de la exrectora, Monserrat Casas, fallecida recientemente y defendieron poder estudiar «en nuestra lengua, el catalán» y una «universidad pública para todos», momentos en que sus compañeros les mostraron todo su apoyo con grandes aplausos.

Posteriormente, y durante de cerca de 50 minutos, se procedió a la entrega de los títulos de graduación y la entrega de los premios extraordinarios de final de los estudios oficiales de las últimas promociones.
Algunos jóvenes, estudiantes de Enfermería y Fisioterapia portaban camisetas en las que se podía leer «los recortes en sanidad matan» y otros camisetas verdes con el lema «Crida» e incluso se podía ver algún lazo.

El momento más tenso de la ceremonia se produjo cuando la consellera d’Educació, Cultura i Universitats, Joana Maria Camps empezó su parlamento. Los jóvenes graduados la recibieron con pitos y el rector tuvo que intervenir y pedir que «por favor» la dejaran hablar. Los gritos y los pitos fueron en aumento cuando Camps dijo que acudía en representación del president Bauzá, incluso se oyeron gritos de «fuera, fuera» procedentes de los estudiantes y muchos de sus familiares.
Camps, durante su intervención, se comprometió a convalidar el B2 en inglés a los estudiantes de la UIB, frente a un grupo de jóvenes graduados en Magisterio que, con globos de color naranja, reivindicaban esta convalidación.
«Acreditaremos cualquier certificación de lenguas», afirmó Camps e indicó que se reunirá con el rector para hablar de esta cuestión, único momento de ceremonia en que la titular d’Educació, Cultura i Universitats fue aplaudida por los asistentes.

La consellera, que no tuvo ningún recuerdo para Monserrat Casas, pidió a los jóvenes que estuvieran orgullosos de su universidad «la segunda en investigación y la sexta en productividad».
Quien si recordó la labor de Casas -consiguiendo el aplauso más largo y emotivo de la tarde- fue el rector Huguet, destacando el trabajo llevado a cabo por su antecesora «que nos dejó de forma totalmente imprevista».
Al millar de estudiantes que este año han terminado sus estudios en la Universitat balear les recordó que ahora se abre «un nuevo camino para vosotros», un camino no exento de dificultades, pero les indicó que, a pesar del duro momento que vivimos, «el mundo que os espera allí fuera os necesita. No dudéis nunca de que es así, soy la promoción mejor preparada y el futuro es vuestro».

El recordó que, la de éste año, en la primera promoción de grado de la UIB del espacio educativo europeo, popularmente conocido como Plan Bolonia.
Y también explicó que «a lo largo de estos 35 años nuestra Universitat ha formado a más de 42.000 personas».
Huguet concluyó su intervención animando a los recién graduados a continuar formándose y a adentrase en el mundo laboral con entusiamo.


La ceremonia de graduación terminó con la actuación de la Coral Universitat de les Illes Balears interpretando el himno universitario y con la procesión universitaria formada por los académicos correspondientes a los diferentes estudios con sus vistosos colores distintivos.