Representantes de la oposición durante la reunión de ayer. FOTO: JAUME MOREY

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El Parlament balear únicamente celebrará durante los meses de vaciones (julio y agosto) los plenos que solicite el Ejecutivo. La Mesa y la Junta de Portavoces, reunida ayer, fijó una primera sesión para el 2 de julio. En su orden del día se incluye la convalidación de tres decretos de otras tantas conselleries.

PSIB y Més habían propuesto sesiones extraordinarias para abordar varias cuestiones: el espionaje a cargos políticos que ha reconocido el PP; una comparecencia del president sobre la propuesta de financiación y una sesión para discutir una iniciativa sobre las preferentes y sobre los desahucios. Según el portavoz adjunto del PSIB, Vicenç Thomás, «el PP ha convertido el Parlament en una oficina del Govern que sólo abre cuando le interesa al Ejecutivo».

Los espías

El PP se escudó en el reglamento y recordó que el 2 de julio, antes del inicio de la sesión plenaria, se reunirá la Diputación Permanente, que es el máximo órgano de gobierno de la Cámara en periodos vacacionales.

La portavoz del PP, Mabel Cabrer, criticó que la oposición quiera convertir en «un asunto político» el espionaje a cargos del anterior Govern, que reconoció Miquel Ramis. Cabrer llegó a amenazar con recurrir a los tribunales si «siguen acusándonos de espiar a jueces y fiscales».

El próximo pleno no incluirá preguntas de control al Govern. Biel Barceló (Més) había reclamado habilitar alguna fórmula para que el Ejecutivo fuera «controlado» por la Cámara durante las vacaciones. El PP no aceptó.