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La Comissió Balear de Medi Ambient ha pasado de tardar años en la resolución de expedientes a hacerlo en menos de tres meses. Los expedientes pasaban una media de 25,7 meses en el citado organismo en 2008 mientras que en 2012 el tiempo medio de espera se redujo a 2,7 meses (se compara el primer año completo de la pasada legislatura con el de la actual). Los proyectos que necesitan el visto bueno de la comisión son muy variados; los más numerosos son los de líneas eléctricas, agroturismos, instalaciones de residuos y aparcamientos.

Entran más expedientes
Esta reducción de los plazos ha supuesto un descenso muy importante del número de expedientes que se acumulan en la comisión, pese a que ahora entran más. El presidente de la Comissió Balear de Medi Ambient, José Carlos Caballero, explica que en agosto de 2011 encontró 777 expedientes pendientes de resolución por parte de la comisión y ahora hay 39; esto supone un descenso del 95%. No obstante, a esta cifra hay que añadir los 302 expedientes que siguen abiertos y que no se han podido cerrar a la espera de documentación del promotor o de otras administraciones. Caballero recuerda que cuando llegó a la comisión ésta era concebida como un cuello de botella que retrasaba la ejecución de los proyectos; mientras que ahora es la comisión la que insta a los promotores y a otras administraciones a ser más rápidas.

En lo que va de legislatura la comisión ha resuelto 831 expedientes. Caballero subraya que una de las consecuencias que ha tenido esta celeridad es que se ha incrementado el número de entradas; unido también a un inicio de la recuperación económica. Así, en el primer semestre de 2011 se registraron 74 expedientes frente a los 138 que lo hicieron en el segundo semestre de 2012; lo que representa un incremento del 86,4%.

El presidente explica que esta reducción de los plazos ha sido posible por la organización del trabajo y por la modificación de la normativa. El conseller de Medi Ambient, Biel Company, hizo una circular exonerando a los «proyectos de muy pequeña escala» de tener que pasar la evaluación de impacto ambiental y firmó una resolución delegando competencias del pleno de la comissió en el presidente que permite que no se tenga que reunir para los proyectos de «escasa entidad». Caballero asegura que esta aceleración de los trámites sigue garantizando la preservación del medio ambiente.

Además, hace especial hincapié en la importancia que ha tenido la aceleración de los trámites, ya que los promotores han renunciado a unos 200 proyectos por la lentitud en la resolución. Cuando tomó posesión encontró expedientes de 1990; ahora los más antiguos son de 2006.