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El Govern pagará el billete de regreso a sus países de inmigrantes extracomunitarios que se quieran marchar y que no tengan dinero para hacerlo. Eso sí, antes se analizará cada caso hasta comprobar que cumplen determinados requisitos.

El Ejecutivo, a propuesta del vicepresidente Antonio Gómez, ha abierto una partida inicial de 200.000 euros para financiar su regreso. Balears es una de las comunidades con mayor número de residentes extranjeros.

Según dijo Gómez, se trata de una medida muy concreta dirigida a «aquellos ciudadanos que no han conseguido el objetivo de su proyecto migratorio, que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que quieren retornar voluntariamente a su país de origen pero no tienen medios económicos para hacerlo».

Esta medida tiene su origen en un acuerdo del Consell de Govern tomado hace unas semanas y que se ha traducido en la aprobación de un plan piloto bautizado como ‘Retorno Social Humanitario’.

En principio, se tomarán como modelo dos programas estatales, uno gestionado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, y otro por Cruz Roja.

Condiciones

«Somos la primera comunidad autónoma en poner en marcha este tipo de actuación», explicó a este diario el vicepresidente del Ejecutivo que, además, añadió que habían sido los propios colectivos de inmigrantes y sus representantes consulares en las Islas quienes se habían interesado por poner en marcha esta propuesta. Poco después de la ultima remodelación, el Ejecutivo convocó al cuerpo consular de las Islas y ahí se habló del asunto.

«No estamos pidiendo a nadie que se vaya, eso tiene que quedar muy claro, estamos hablando de apoyar a quienes ya han decidido regresar y no tienen medios», dijo.

La propuesta, conocida en medios consulares, se iba a hacer pública de forma oficial en los próximos días. Este diario ha confirmado las líneas generales. La partida inicial de 200.000 euros podrá ampliarse en el futuro según sea su respuesta.

El Ejecutivo aprobó hace unas semanas un plan de cooperación dotado con 2,2 millones que también incluía ayuda humanitaria para la franja de Gaza y proyectos de colaboración con los campamentos de refugiados del Sahara.