Sor Miriam, en el suelo, junto a sus hermanas canonesas. | Nuria Rincón

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La comunidad de canonesas regulares del monasterio de Santa Magdalena de Palma vivió ayer tarde con emoción la profesión solemne de sor Miriam Pérez Martín.

El acto se celebró en el transcurso de una misa concelebrada que presidió el obispo de Mallorca, Javier Salinas, junto con sacerdotes de la diócesis, al que asistieron sus hermanas canonesas; sus padres Francisco y María Concepción y su hermano Francisco, además de numerosos fieles.

La joven de 28 años, natural de Cáceres, que ha realizado su formación en este monasterio por espacio de cinco años, hizo su entrada en la iglesia en procesión por la calle Santa Magdalena junto al clero, la priora, Victoria Bruno, y su maestra de novicias, Natividad Torre. Una vez en el templo ocupó un lugar en el primer banco junto a las hermanas.

Tras la homilía, se celebró el interrogatorio, para continuar con la fórmula de la profesión en las manos de la priora junto a dos testigos. Por último, Miriam procedió a la firma de la profesión sobre el altar y el obispo de Mallorca, Javier Salinas, le entregó el anillo.