El embajador ruso fue aplaudido varias veces por su agudeza, sentido del humor y por sus explicaciones profundas sobre la realidad de su país. | M. À. Cañellas

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El embajador de Rusia en España, Yuri Korchagin, dio ayer una auténtica lección de diplomacia, buen hacer y ser un perfecto representante de su país en España, porque explicó a la perfección lo que era, es y será su país en un entorno complejo, pero muy influenciado por la Unión Europea, su principal mercado.

Korchagin, invitado por el Club Ultima Hora para hablar de «Rusia hoy», no defraudó, porque de forma didáctica y pausada desgranó la realidad económica, social, cultural, política y estratégica de Rusia, teniendo muy presente todo el proceso de transición vivido en su país, que él calificó de «dramático» por los contrastes habidos.

Interés

Con datos concretos y estadísticas demostró que su país goza de una posición privilegiada en materia de déficit presupuestario, reserva de divisas, empleo y deuda estatal, pero también puso de manifiesto las ansias de apertura al exterior en todos los ámbitos, de ahí que sacara a colación el interés de sus compatriotas por España, tanto en el ámbito inversor, en concreto en el inmobiliario, como turístico.

«Hay interés de los inversores rusos por adquirir inmuebles en España y el crecimiento espectacular del turismo ruso también demuestra este interés. En estos momentos España es el segundo destino vacacional para mis compatriotas, con cifras que pueden crecer más», apuntó.

La evolución creciente del turismo residencial ruso en Mallorca, así como de las inversiones inmobiliarias, motivó que el embajador se viera obligado a reconocer un hecho: «No somos partidarios de instalar consulados, pero reconozco que Mallorca, por la evolución habida en los últimos años, tiene que tener un cónsul honorario de la Federación Rusa».

Un aspecto que quiso resaltar fue la nueva política de concesión de visados, afirmando que «queremos liberalizar el régimen de visados y en suprimirlos en un futuro».

Resaltó en su intervención la nueva estrategia que el presidente Putin ha puesto en marcha, lo que él denominó ‘Estrategia 2020’, «gracias al cual estamos viviendo un periodo de desarrollo estable para para perfeccionar el mercado y el mundo empresarial. El objetivo de Rusia es ser en un futuro un centro financiero internacional, para propiciar la captación de capitales y de inversores extranjeros».

La política exterior y sus vínculos con Europa, por cercanía geográfica, relaciones culturales y complementariedad económica, fue una cuestión que analizó en profundidad: «La Unión Europea es nuestro socio principal, al cual va enfocado el 50% de las relaciones comerciales. La entrada en agosto de 2012 en la Organización Mundial del Comercio (OMC) nos ha dado estabilidad, transparencia y hemos creado las zonas económicas especiales para estimular la inversión extranjera».

Rusia y España

El diplomático enfatizó las especiales relaciones entre España y Rusia, dejando claro que «son muy fluidas, estrechas y se van a potenciar, especialmente en el ámbito comercial. Y desde 2009 hay una asociación estratégica para impulsar todo tipo de acuerdos».