El ciudadano que insultó al conseller Carlos Delgado en plena vía pública le inquirió, además, por los «huevos» del ciervo que había cazado. | Redacción Sucesos

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La titular del Juzgado de Instrucción 4 de Palma, Piedad Marín, dejó ayer visto para sentencia un juicio de faltas instado por el conseller de Turisme i Esports, Carlos Delgado, en contra de un ciudadano palmesano, Fernando José J. B., que le insultó en la vía pública cuando circulaba acompañado de su mujer.

El ministerio fiscal apoya la petición de Delgado de que se condene a Pérez por una falta de injurias y otra de mal trato de obra al llamarle «fascista», «cabrón», «payaso» y requerirle por las criadillas del ciervo que lució en su cabeza tras una cacería con amigos, foto que publicó este diario el pasado mes de noviembre.

La fiscal solicita para el demandado 20 días de multa a 4 euros diarios y dos meses de multa a 4 euros diarios.

El conseller de Turisme, que acudió al juicio de faltas con su esposa, declaró que se dirigía a cenar cuando el demandado empezó a insultarle a viva voz y hacerle gestos el pasado 11 de enero, en una calle céntrica de Palma.

Dijo que sintió miedo ante la agresividad extrema del ciudadano y que, junto a su esposa, intentó apartarse de él, pero no lo consiguió. Incluso, el denunciado quiso zancadillearlo. En ese momento, sacó su móvil y le grabó con el objetivo de identificarlo. Cuatro días más tarde, denunció los hechos ante la Policía Nacional.

Obligación moral

Delgado declaró ante la jueza que se sentía en la obligación moral de denunciar hechos de esa naturaleza, porque en caso contrario «los políticos no podrían salir a la calle». Añadió que había que combatir las actitudes «antidemocráticas» y, en declaraciones a este diario señaló que se sentía víctima de un escrache.

La versión de Fernando José J. B., cuya profesión definió como 'paseador de perros', fue distinta. Aseguró que hace quince días atras de los hechos enjuiciados había concidido con Carlos Delgado, también en la vía pública, y que éste había tenido gestos de desprecio hacia él. El conseller lo negó de manera rotunda.

Carlos Delgado no es el primer integrante del Govern de Partido Popular que es víctima de acoso verbal, incluso físico, en los últimos meses.

El presidente Jose Ramón Bauzá se ha visto involucrado en varios incidentes durante sus visitas a determinadas localidades de Mallorca.

Incluso su farmacia de Marratxí amaneció el pasado mes de abril con pintadas en la que se podía leer la leyenda «El Pueblo». «Así amaneció ayer mi farmacia. Una prueba más de que quienes defendemos la libertad tenemos mucho por hacer en la sociedad», señaló el presidente del Ejecutivo balear en su cuenta de Twitter.

También en abril de este año, la sede palmesana del Partido Popular amaneció con pintadas de color rojo en su fachada, como una hoz y un martillo, una estelada, el impacto de más de una docena de huevos llenos de pintura roja, así como el nombre de la Organización de Juventudes Independentistas y Revolucionarias de los Països Catalans, 'Arran'.

Varios dirigentes 'populares' en todo el Estado también han expresado sus quejas por ser víctimas de lo que consideran 'escraches', una expresión que se utiliza para referirse a un método de protesta basado en la acción directa, cuyo objetivo es que las quejas de los ciudadanos se hagan conocidos para la opinión pública.