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«El fiscal no está para hacer este tipo de valoraciones, sino para acreditar hechos y calificarlos», aseguró ayer el portavoz del PP balear, Miquel Ramis, en respuesta a Pedro Horrach que, el día anterior, aprovechó su alegato final en el 'caso Scala' para aludir a presiones de los 'populares' en la investigación.

El Govern también dejó clara su discrepancia con las tesis del fiscal pero lo hizo de un modo más diplomático. La portavoz del Ejecutivo, Núria Riera, se limitó a hablar de «sorpresa».

Tras dar cuenta de los acuerdos del Consell de Govern, Riera calificó de «sorprendente» que Horrach se expresara de forma tan crítica, si bien no quiso añadir nada más.

«No me corresponde entrar en más valoraciones sobre esta cuestión», indicó para señalar que «es un debate que no creo que me corresponda ahora mismo».

Le señaló el fiscal

Ramis, a quien el fiscal aludió directamente en su alegato, fue más directo y aparte de descalificar sus valoraciones y criticar que no se ajustara a «hechos», aseguró que «basta con mirar la hemeroteca para ver que siempre hemos respetado a la justicia». Y añadió: «No entendemos estas teorías de índole personal».

El portavoz del PP dijo que «si ha habido alguien en un partido político que ha luchado contra la corrupción, ese ha sido el presiden Bauzá», algo que le ha costado «no pocos problemas internos en el seno del partido».

«Las continuas declaraciones ligando casos de corrupción al presidente por parte de los socialistas no demuestran más que el juego sucio que desde el minuto uno practica este partido, que no tiene alternativas y que sólo lanza infundios contra el presidente», añadió Ramis en respuesta a la valoración que antes había hecho la socialista Pilar Costa.

Reproches

También le criticó que «aprovecha cualquier circunstancia para tratar de dar lecciones, cuando en su partido hay casos muy graves que se están investigando».

Ramis aludía al caso Ibiza Centro, en el que se investiga la presunta financiación ilegal del PSIB a través del pago de comisiones por 1,5 millones y cuyo principal imputado es el actual diputado socialista y entonces alcalde de Vila, Xico Tarrés.

Aludió a la «poca vergüenza» de los socialistas y se preguntó si habrá que considerar «corruptas» a Armengol y Costa en el caso de que Xico Tarrés sea condenado por corrupción.