La infanta Cristina, esta semana en Barcelona. | ANDREU DALMAU - EFE - EFE

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El fiscal Pedro Horrah aprovechó su informe en el 'caso Scala' para justificar que no ha hecho una excepción con la infanta Cristina. Al final de su intervención advirtió de una reflexión personal. Entonces enumeró la participación en el 'caso Scala' de las mujeres de tres de los acusados e ironizó: «Pensando en otros casos quizá sí debían ser imputadas por el principio de igualdad».

En concreto, el fiscal se refirió a la mujer del empresario F.G.C. Éste fue uno de los proveedores del CDEIB que pagó sobornos a Viaene. Su mujer, según reveló Horrach era administradora de la empresa. Otra de las aludidas fue la mujer de J.R., el propietario de la empresa que más facturó con el consorcio. También en este caso era la cónyuge del acusado la administradora de la sociedad con la que facturó alrededor de seis millones de euros al CDEIB. Por último aludió a la exesposa de Kurt Viaene. Ésta era la titular de la cuenta corriente en la que periódicamente se ingresaban las cantidades que provenían de comisiones y sobornos de la trama. De hecho, recordó que gracias a esta prueba apuntalaron los cargos contra el marido. Ninguna de estas tres fueron interrogadas durante la instrucción.

Comparación

Sin mencionarla de forma directa, el fiscal las comparaba con la infanta Cristina. A diferencia de éstas tres, la infanta no era administradora Aizoon o de Nóos. Tampoco constan ingresos en una cuenta corriente cuya única titular sea la hija del Rey. La alusión que efectuó ayer el ministerio público sale al paso de las acusaciones que ha recibido Pedro Horrach por haber vulnerado el principio de igualdad ante la ley, algo que recogía incluso el voto particular del auto de la Audiencia Provincial. De hecho, el argumento de la igualdad fue usado en el sentido opuesto por el fiscal en su recurso al sostener que Castro imputaba a la infanta con un criterio que no había mantenido en otras causas.