Cardona, a su llegada a los juzgados. | J. TORRES

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Jaime Jáudenes, el hombre que supuestamente chantajeó al exconseller Cardona con unas fotos de sus viajes a Shangai fue una tumba ayer en el juicio. El testigo declaró por videoconferencia desde China sobre la demanda que interpuso a una de las empresas de la trama del CDEIB porque le debían 30.000 euros. Finalmente cobró 20.000 que salieron de las cuentas del consorcio. El fiscal le interrogó de forma insistente sobre dos fotografías con las que supuestamente presionó al entonces conseller: «Las fotos que yo tenía las tenía cualquiera», afirmó. Jaúdenes se cerró en banda a la hora de explicar por qué se citó como testigo al exconseller en una reclamación de dinero que hacía a una de las contratistas del CDEIB. «No me acuerdo».

En el juicio de Scala, que se retomó ayer tras dos semanas de parón, varios acusados han declarado que ante el miedo a que se divulgaran varias fotografías suyas, Cardona ordenó pagar a Jaúdenes para que retirara la demanda que había presentado.

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El abogado que representó a Jaúdenes en ese pleito, Iván Espuela, señaló que se utilizó al exconseller para presionar: «Si hay que molestar al conseller lo voy a molestar», dijo. Eso sí, sobre las fotografías contó que eran totalmente inocentes y que lo que se pretendía acreditar ante el tribunal con ellas es que Jaúdenes había trabajado para la empresa de otros dos de los acusados: Felip Ferré y Arnaldus Van den Hurk. «No tenían ningún peso, no fueron importantes». Eso sí, señaló que cuando se zanjó el asunto le hicieron firmar algún documento de confidencialidad.

Hoteles

En la sesión de ayer del juicio, los testigos llamados por la Fiscalía también sirvieron para que las acusaciones intentaran acreditar que Cardona participaba en las reuniones en las que se ideó el saqueo del CDEIB. Así, comparecieron en el juicio varios camareros y el gerente de un hotel rural de Campanet. El resultado fue dispar. Algunos negaron haber visto al entonces conseller y otros sí le reconocieron pero señalaron que sólo fue en ocasiones contadas con Antónia Ordinas y Kurt Viaene. El responsable de otro hotel señaló que en unas navidades los tres principales acusados estuvieron juntos al menos una noche y que ocuparon ‘suites junior’.