En el Castell de Bellver se ha celebrado el Diumenge de l'Àngel. | Nuria Rincón

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Acompañada por el buen tiempo, Palma vivió ayer el Diumenge de l’Àngel en el emblemático Castell de Bellver, donde se dieron cita numerosos palmesanos para disfrutar de una jornada de pa amb caritat.

Para la ocasión, el Ajuntament, que con el fin de facilitar el acceso al Castell desde la calle Camilo José Cela puso a disposición de forma gratuita para los usuarios los autobuses de Palma Citysightseeing, había organizado una serie de actos para todos los públicos, con el fin de que no hubiera tiempo para el aburrimiento.

Este año, Cort no ha contado con la ayuda de la Federación de Asociaciones de Vecinos –a causa de un malentendido, según explicó un portavoz del Ajuntament–, pero sí con la colaboración de nueve entidades, gracias a las cuales ha podido llevar a cabo una serie de actividades, de entre las cuales, y como novedades, caben destacar el taller de iniciación de Nordic Walking, aprender a manejar el skywalker, una gimcana familiar con premios a los mejores participantes y una visita guiada por el castillo bajo la denominación Historia guiada, historia creada: Modernismo y modernidad. Palma en el cambio de siglo. Por otra parte, y de la mano de Radio Balear, hubo un verdadero festival musical, muy celebrado por el público que se dio cita en él, y en el que intervinieron Jaume Sureda, Martta, Melony Rochelle, Miss T, Juan Real, Dharko, Eclipse, Marcos López y Manu Blanco DJ. Y después del almuerzo, que cada uno se montó a su manera en el lugar que más le gustó, los que quisieron pudieron asistir a la representación de Bodas de sangre, a cargo del grupo de teatro Sa Boira

Y al margen de la gimcana familiar, la visita guiada al castillo, representaciones teatrales y actuaciones musicales, el Diumenge de l’Àngel, que incluyó una muestra de talleres de cerámica y de vidrio púnico a cargo de la Asociación de Ferias y Mercados, muestra que tuvo que suspenderse el año pasado a causa del mal tiempo, y que en este ha sido un éxito, como hemos apuntado más arriba, ofreció al público que se congregó en el Castell muchísimas actividades –23 en total; casi el doble que hace dos años, que fueron 12, con un presupuesto de 5.500 euros, bastante inferior al de hace dos años, que fue de unos 14.000–, entre ellas un parque infantil de tráfico de la Policía Local, castillos hinchables para los más pequeños, juegos de psicomotrocidad –éstos con el apoyo del Consell de Mallorca–, una actuación de la banda de música S’Almudaina, plantada de gegants (de Son Cladera, de Son Espanyolet, del Consell de Mallorca, Capgrosos y Gegants de Cort y Drac de la Coca), actuación de la Coral Piona Gent, exhibición de perros de la Policía Local, carrusel ecuestre de la Policía Montada, ballada popular con Aires Mallorquins, Diada Castellera con Al·lots de Llevant y Castellers de Mallorca, Passetjada de l’Àngel con xeremiers, gegants y capgrossos, con dos diferencias respecto a la de los últimos años: que el Àngel no descendió por las escaleras de Bellver y que, por primera vez, el Àngel fue humano. Fue una joven llamada Esperanza Muñoz, sobre zancos, vestida de azul con alas blancas.

No asistió el alcalde, pero en su nombre lo hicieron Julio Martínez, responsable de Hisenda; Guillermo Navarro, de Seguretat Ciutadana; Esperanza Crespí, de PalmaActiva, y Antonia Fornari, regidora de Districte. No vimos a nadie de la oposición ni de la Federación de Asociaciones de Vecinos, con quien Cort se reunirá el próximo jueves, junto con la Federación de Entidades Palmesanas, para, de forma conjunta, llevar a cabo proyectos en el futuro.

La celebración, que comenzó alrededor de las 10.30 horas, finalizó sobre las seis de la tarde.