Juan Manuel Morales. | Teresa Ayuga

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La Fiscalía de Balears ha imputado al ‘joven de las bombas’ en la UIB, Juan Manuel Morales, un delito de tenencia o depósito de sustancias explosivas, que se castiga con penas que oscilan entre los cuatro u ocho años de prisión, según el artículo 568 del Código Penal.

La fiscal Concha Ariño ya ha presentado su escrito de acusación y el juez que investiga a Morales, Enrique Morell, titular del Juzgado de Instrucción 9 de Palma, debe iniciar los trámites para la apertura de juicio oral.

Según determinó el informe realizado por los especialistas en desactivación de explosivos de la Policía Nacional a instancias del juez, el nitrato amónico hallado en el domicilio de Juan Manuel Morales «posee propiedades explosivas bajo determinadas condiciones, tales como mezclarlo con algún combustible de adquisición en el mercado, así como iniciar la mezcla con un detonador».

Y añade: «Bajo estas circunstancias el mencionado nitrato amónico demuestra su grado explosivo, presentando una buena capacidad de explosión».

La policía detuvo al ‘joveen de las bombas’ poco después de que éste recibiera en su domicilio palmesano la sustancia objeto del informe.

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Según los especialistas en explosivos, «el nitrato amónico, aún de grado explosivo no es sensible al calor, a choques ni fricciones, por lo que para su detonación es necesario utilizar un explosivo iniciador o detonador». Todo ello, puede constituir un atenuante cuando se juzgue a Juan Manuel Morales, ya que en su domicilio no se hallaron detonadores o explosivos iniciadores.

En prisión

El joven fue detenido en octubre de 2012 tras recibir 140 kilos de material para fabricar explosivos, procedentes de Madrid. Desde entonces, permanece en la prisión. El repartidor de la furgoneta de Carmar que iba a su domicilio fue parado por la policía a poca distancia del piso.

En el piso de Palma se localizó un diario personal donde Juan Manuel Morales, defendido por el abogado Bartomeu Oliver, manifestaba claramente su odio a la sociedad.

Según el examen psiquiátrico al que fue sometido, el joven palmesano padece un trastorno paranoide de la personalidad con rasgos psicopáticos.