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La procesión de Viernes Santo batió las marcas horarias de los últimos 20 años y el Sant Enterrament en la iglesia del Socors se celebró a las 00.50 de la madrugada del sábado. La procesión, presidida por Agustín Cortés, vicepresidente de la Cruz de Calatrava, fue muy rápida y ágil, pese a que el paso de la cofradía no salió hasta pasadas las 23.30 de la plaza de Sant Francesc. La buena organización por parte de la junta de las cofradías permitió que se imprimiera un buen ritmo a la marcha religiosa e hizo que el paso del Sant Enterrament realizara el recorrido desde Sant Francesc hasta el Socors en algo menos de hora y media.

A ello ayudaron varios factores y uno fue que los miembros de la junta se comunicaran entre ellos por ‘pinganillos’ para tratar de evitar fracturas en la marcha, según explicó Josep Serra, presidente de la cofradía de la Cruz de Calatrava, organizadora de la procesión de Viernes Santo.

Un paso menos

Otro de los factores que ayudó a dar agilidad a la procesión del Sant Enterrament fue que uno de los pasos portados por costaleros, el de la cofradía del Cristo de la Agonía, no desfiló en la procesión de Viernes Santo ya que no había costaleros suficientes para cubrir todo el recorrido de la procesión sin provocar cortes de importancia en la marcha. Josep Serra valoró la «responsabilidad» con la que actuó el presidente del Cristo de la Agonía, Ricardo Pomar.

Serra quiso recalcar la excelente organización, que permitió que el Sant Enterrament tuviera lugar a una hora razonable, en una iglesia del Socors abarrotada de fieles que no quisieron perderse uno de los momentos de más emoción de la Semana Santa palmesana.