Esta estampa, de finales de marzo del año pasado, se repetirá durante esta Semana Santa. | P. Pellicer

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La Semana Santa en Baleares se presenta con una situación de ponientes en la que alternará el buen tiempo con algunas lluvias, en general débiles, y temperaturas suaves.

Según las previsiones que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) habrá frentes poco activos que irán atravesando Baleares desde Ibiza a Menorca.

De este manera, los periodos en los que las lluvias serán más probables son durante la noche del martes a la madrugada del miércoles, en la mañana del viernes, con un 10% de posibilidad y, el sábado desde la tarde a la noche, con un 20% de probabilidad.

Estos posibles chubascos se producirán preferentemente en el norte. En el resto del tiempo las lluvias no se esperan o son muy poco probables.

Invierno ligeramente seco

Por otra parte, la previsión de la Aemet apunta a que tras un invierno con temperaturas normales y ligeramente seco en Baleares, se espera una primavera con temperaturas y precipitaciones normales.

En concreto, las temperaturas durante el invierno han sido sólo dos décimas por debajo de lo normal, siendo los meses de diciembre y enero normales, febrero frío y los días de marzo ligeramente más cálidos.

Asimismo, durante el invierno ha llovido un 30% menos de lo normal. En concreto, diciembre y enero fueron meses secos con un 65 y 20% menos de precipitaciones, mientras que febrero fue normal en cuanto a lluvias registradas.

Con todo, la Aemet destaca que durante el invierno de 2013 se han alternado situaciones anticiclónicas, que han producido heladas débiles, nieblas y temperaturas diurnas agradables, con otras situaciones de viento, frío, lluvias e incluso nevadas.

Tres olas de frío y seis nevadas

El pasado invierno nevó en seis ocasiones en Baleares, aunque las más significativas han sido la de final de febrero, en que la nieve cuajó por encima de 100 metros en la mitad norte de Mallorca y

Menorca; y la del 13 de marzo, que aunque cuajó por encima de 500 metros, la nevada fue tan eficiente que llegó a acumular más de 50 cm. en las cumbres de la Serra de Tramuntana y entre 2 y 5 por encima de 500 metros.

También se han producido algunos temporales de Oeste y Norte que han dando lugar a rachas de viento por encima de 90 km/h en puntos de Palma, Llucmajor, Pollença y olas de hasta 6 metros en Menorca y

de 3 a 4 en el resto del archipiélago.

En cuanto a las precipitaciones y tormentas destacan las lluvias intensas en la Serra de Tramuntana el pasado 28 de febrero y 13 de marzo con 84 y 108 libro por metro cuadrado respectivamente.

Baleares ha registrado este invierno tres olas de frío en febrero, siendo la más significativa la de final de mes, cuando el pasado día 27 de ese mes se registraron escarchas en Mallorca e Ibiza y las temperaturas más bajas de todo el invierno, destacando los -4ºC en Lluc.

Temperaturas normales

La Aemet espera que en Baleares la primavera sea normal en cuanto a temperaturas y precipitaciones. De este modo, las temperaturas irán subiendo poco a poco desde abril a junio. Durante el día las máximas variarán desde los 19ºC de abril hasta los 26ºC de junio y las mínimas desde los 10ºC de abril hasta los 17 de junio.

Durante la primera parte de la primavera, podrán llegar sobre el archipiélago balear «frentes que pueden hacer bajar las temperaturas incluso a valores por debajo de lo normal». En contraposición, en la segunda parte de la primavera podrá registrarse incluso alguna ola de calor. La tendencia general es de ascenso pero dentro de valores medios normales.

Por su parte, las precipitaciones serán normales, lo que significa que irá disminuyendo el número de días de lluvias a medida que avance la estación. Desde los siete días en que suele llover en abril hasta los dos ó tres de junio.

Sobre la intensidad de las precipitaciones, se destaca que será variable, ya que podrán registrarse desde chubascos intensos acompañados de tormentas a lluvias débiles acompañadas de barro.

Con todo, se apunta a que la primavera es una estación de transición entre el invierno y el verano. De este modo, durante la primera parte se intercalan situaciones de buen tiempo con el paso de frentes y borrascas, que pueden llevar asociadas situaciones de lluvias, viento y frío, alguna helada débil e incluso alguna nevada en las cimas de la Serra de Tramuntana.

En la segunda parte de la primavera los días van adquiriendo características más veraniegas, las temperaturas van subiendo y el paso de borrascas y frentes es menos frecuente, aunque alguno de ellos pudiera dar lugar a alguna lluvia débil acompañada de barro.