La doctora Maria Francisca Perena, especialista en superficie ocular del IBO. | ultimahora.es

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Las alergias de la primavera también afectan a los ojos. La alergia ocular o conjuntivitis alérgica la pueden padecer una de cada cuatro personas.

Los ojos, dada su exposición directa al entorno, son uno de los órganos que están más frecuentemente afectados por los fenómenos alérgicos. El polen, los ácaros del polvo, el pelo y las plumas de los animales domésticos son agentes externos que en contacto con los ojos provocan una reacción alérgica en las personas que tienen un sistema inmunológico sensible.

La doctora Maria Francisca Perena, especialista en superficie ocular del Instituto Balear de Oftalmología, afirma que «aunque los síntomas pueden ser molestos, no provocan consecuencias permanentes en la vista, a diferencia de otras patologías oculares».

Conjuntivitis

La alergia ocular se produce cuando la conjuntiva (membrana que recubre la parte visible del ojo ocular y la parte interna del párpado) entra en contacto con un alérgeno. En este momento, el sistema inmunológico crea anticuerpos para combatir lo que se considera un ataque externo. El ojo libera histaminas y otras sustancias para hacer frente a los agentes externos como el polen o el polvo.

La conjuntitivis alérgica puede ser estacional o perenne. Lo importante, según la doctora Perena, es «averiguar, cuanto antes, cuáles son las causas que provocan la alergia ocular para poder evitar, en lo posible, que se desencadene la reacción de hipersensiblidad. Una visita a su oftalmólogo le permitirá conocer el origen de su alergia y los tratamientos adecuados para aminonar el efecto de sus síntomas». Si aparecen los síntomas de alergia no se deben frotar los ojos ya que aumentará la irritación. Una compresa fría puede aliviar pero lo importante es consultar siempre a un oftalmólogo para que haga al paciente un diagnóstico adecuado y le proporcione un tratamiento eficaz contra sus síntomas de alergia.