Miembros de Acción Cultural Balear en uno de los expositores. | M. À. Cañellas

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Las asociaciones Derecho a Vivir y el Instituto de Política Familiar de Baleares celebraron ayer el I Encuentro por la Vida de Mallorca, con una buena afluencia de simpatizantes y amigos. Entre ellos, la Germandat de Donants de Sang de Mallorca que, con su presidente a la cabeza, Llorenç Vallori, se sumaron a la campaña Aborto cero’.

Con la presencia del delegado de Derecho a Vivir en las Islas, Juan José Tenorio Enseñat; el presidente del Instituto de Política Familiar de Baleares, Agustín Buades; y la delegada de Derecho a Vivir en Palma, Cristina León, la fiesta comenzó a las 10 de la mañana con la actuación de la Banda Sociedad Musical Santa Cecilia de Son Rapinya.

La fiesta reivindicativa tuvo lugar en el anfiteatro del Parc de sa Riera y, entre las casetas, estuvieron representantes de asociaciones de Chile, Colombia y representantes de Acción Balear, entre otros.

«El encuentro por la vida tiene como objetivo unir los valores de la familia, la maternidad, la mujer, la vida y la libertad con la música y la danza», comentó Juan José Tenorio.

Música

«Queríamos hacer algo que se saliera de lo que, hasta ahora, nuestro país vive. Una manifestación cada día por una cosa, una lucha. Nosotros queríamos llevar al centro de la sociedad, realzar nuestros valores a través de la música», añadió el delegado de Derecho a Vivir, quien se mostró satisfecho con la asistencia a la celebración.

Tenorio anunció que en el II Encuentro por la vida se pondrá en marcha la primera bandera nacional por la vida.

13 semanas

«Una bandera que viajará por todas las grandes capitales de España y habrá nacido en Mallorca».

A mediodía, los organizadores de la fiesta rindieron un homenaje a Ramón Pinya Bonet, hasta ayer un anónimo donante de sangre. «Normalmente, se dan homenajes a los famosos», explicó entre los asistentes Juan José Tenorio, pero «la vida no es sólo nacer, hace falta que alguien ayude a vivir con dignidad a los nacidos».

A Ramón se le hizo entrega de un pin con la forma del pie de un feto humano de 13 semanas de vida «y con el tamaño real que tiene el pie en el vientre de la madre». La fiesta concluyó en torno a las 14.00 horas.