Perspectiva actual de las instalaciones del estadio de fútbol Lluís Sitjar, en estado de deterioro estructural. | J. TORRES

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Los tres grupos políticos con representación en el Ajuntament de Palma acordaron ayer en la Comisión de Urbanismo que el plenario municipal reclame al Mallorca SAD y al resto de coporpietarios del estadio Lluís Sitjar la demolición del recinto «de manera inmediata».

La novedad del acuerdo unánime de ayer fue el visto bueno de la mayoría gobernante del PP a una proposición del PSIB-PSOE en el sentido de que el Lluís Sitjar «es un inmueble ruinoso, abandonado, insalubre y peligroso», que como tal no debe tener otro tratamiento definitivo que su derribo.

El acuerdo entre PP, Més y PSIB-PSOE, destinado a que el pleno municipal de la próxima semana lo recoja íntegramente como declaración formal del Ajuntament, no lleva consigo cuál pueda ser el acuerdo definitivo entre la municipalidad y los propietarios del ruinoso estadio para compensar su desaparición.

Patrimonio

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Desde hace años, y con distintas mayorías de gobierno en Cort, hay concordancia en que la negociación consistirá en la permuta entre el Lluís Sitjar y el estadio de Son Moix donde el club de fútbol Mallorca disfruta desde hace años de una situación de arrendatario con una renta anual simbólica.

Si el Ajuntament de Palma se aviene a una negociación de permuta entre ambas instalaciones se verá obligado a llegar a un acuerdo en el que como administración pública no tenga pérdida de patrimonio, mientras el conjunto de copropietarios del viejo estadio deberán llegar por su parte a un acuerdo para que la explotación de Son Moix no sea exclusiva del club de fútbol sino de cuantos acrediten un título de propiedad de sus viejas instalaciones.

En casos como este la mayoría de los acuerdos pactados pasan por la tasación del valor de cada uno de los bienes a permutar, un amplio solar resultante en una zona urbana de Palma y un inmueble de dotación deportiva, bastante más amplio, que quedaría sujeto a ese uso.

Tanto el grupo socialista como los econacionalistas de Més se mostraron ayer satisfechos por el acuerdo «siempre que sirva de una vez por todas para ser ejecutado».