El president defendió esta semana en el Parlament que todo era legal con la farmacia. | M. À. Cañellas

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La nueva polémica surgida en torno a los negocios de José Ramón Bauzá se ha trasladado de la posible incompatibilidad entre su cargo y la farmacia se ha trasladado ahora a saber si el president podía o no cobrar una dedicación exclusiva cuando era alcalde de Marratxí mientras tenía abierta la farmacia. PSIB y Més exigieron ayer a Bauzá que devuelva al Ajuntament el dinero cobrado ya que no tenía derecho a ello.

La oposición cree que Bauzá cobró ilegalmente la dedicación exclusiva ya que este sueldo es incompatible con el hecho de ser titular de una farmacia. La ley de farmacia obliga al farmacéutico titular a estar en su puesto de trabajo, algo que la oposición duda que hiciera mientras era alcalde. La ley obliga a nombrar un farmacéutico sustituto y así se lo recordó el Govern en un escrito remitido al entonces alcalde en octubre de 2009. Un mes más tarde, Bauzá nombró farmacéutico sustituto. Pese a que entre 2005 y 2009 cobró de la farmacia y del Ajuntament, el Govern del Pacte no le abrió ningún expediente.

El PP, por su parte, envió un comunicado en el que asegura que el president no incumplió la ley en su época de alcalde y dice que cada vez que Bauzá se ausentaba de la farmacia, nombraba un farmacéutico sustituto. Lo que no aclare el PP es quién estaba en la farmacia mientras Bauzá ejercía de alcalde.

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Enfrentamiento

Las dudas que existen sobre la farmacia volvieron a indignar ayer a los portavoces de la oposición. Pilar Costa, del PSIB, se preguntó «qué nuevo conejo» saldrá de la «chistera» de Bauzá, Acusó al president de mentir de forma sistemática y añadió que, en lugar de adaptarse a las leyes, intenta moldearlas «en su propio beneficio». Aseguró que se trata de una situación «gravísima» porque mientras Bauzá se preocupa por su situación personal no se ocupa de los problemas de los ciudadanos.

Para el portavoz de Més, Biel Barceló, el president «bordea la legalidad» en todo lo que guarda relación con sus negocios y sus intereses personales. «El modus operandi del president es hacer mangarrufas», señaló Barceló. Añadió que se ha estado beneficiando de su cargo para no perder ingresos personales «incluso saltándose la ley». Para el portavoz de los nacionalistas, una persona que se presenta como máximo defensor de la transparencia no puede actuar bordeando la legalidad.

La portavoz del PP, Mabel Cabrer, atribuyó las denuncias a una persecución política contra Bauzá y añadió que la situación del president es perfectamente legal. «Es una persecución esperpéntica que utilizan porque todo vale para tapar sus miserias y sus vergüenzas». «No conozco la infancia del señor Bauzá», contestó Cabrer cuando se le preguntó quién estaba al frente de la farmacia mientras el entonces alcalde trabajaba en el Ajuntament de Marratxí.