Prohens y Cabrer hacen una seña con los dedos para indicar el sentido del voto.

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El president Bauzá no aclaró ayer si tendrá que tomar más medidas de ajuste por haber incumplido, «en unas décimas», las directrices sobre el déficit marcadas por Montoro a las comunidades autónomas. Y eso que compareció expresamente para explicar ese asunto y que intervino durante dos horas.

La comparecencia coincidió con un día especialmente tenso: las nuevas revelaciones sobre la gestión de sus negocios privados. Tanto Francina Armengol como Biel Barceló aprovecharon sus intervenciones para aludir, de alguna manera, a este asunto.

Bauzá optó por contraponer las medidas que él había tomado con las de la anterior legislatura. Bauzá ensalzó el «gran esfuerzo colectivo» que ha permitido bajar en un año el déficit público del 4,19 % al 1,83 %, algo que ha contribuido a estabilizar la economía del archipiélago hasta situarla «a las puertas de la recuperación». Dijo que había sido «un camino doloroso» pero el único» posible.

Armengol y Barceló coincidieron en destacar que Baleares ha incumplido el objetivo de déficit pese a los severos recortes en los servicios públicos y han reclamado al Govern del PP que exija un trato justo al ejecutivo central. «No agache la cabeza ante Rajoy», le dijeron.

Francina Amengol, para quien Bauzá es «un presidente tocado» por tratar de ocultar sus actividades empresariales privadas, le reprochó haber causado «sufrimiento» a la población para ni siquiera alcanzar el objetivo de déficit impuesto por el Gobierno central.

Vanagloria

«¿Cree que puede venir aquí y vanagloriarse de habernos pegado un hachazo?», dijo la líder socialista, que le criticó su «obsesión enfermiza» el déficit.

Por parte del PP, la portavoz parlamentaria, Mabel Cabrer, optó por cargar contra el anterior Ejecutivo y dio su apoyo a lo dicho por Bauzá. Según Cabrer, algo que no oyeron los demás portavoces, el president había dado garantías de que no se tomarían nuevas medidas más allá de las que se han tomado.

Bauzá había iniciado su intervención recordando que la deuda heredada de la pasada legislatura era de 6.160 millones euros.