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«Utilizar la comida como paliativo o consuelo frente a los momentos difíciles no soluciona el problema que nos ha llevado a comer en un primer momento, sino que únicamente proporciona una satisfacción breve o inmediata cuyos efectos curativos pronto desvanecen», afirma Susana Cañellas.

La psicóloga y psicoterapeuta ofreció ayer tarde una charla-coloquio, en la Unidad de Nutrición Salud 10 del Centro de Urología, con el objetivo de dar pautas para que los asistentes puedan aprender a controlar sus impulsos ante la comida.

Control

Las personas que comen de forma descontrolada, según explica la experta, son, en general, «personas con una baja tolerancia al estrés o a las dificultades, que no encajan con facilidad las privaciones o las limitaciones» o lo que es lo mismo, son personas «que ante los sinsabores de la vida manifiestan una reacción negativa que les resulta difícil de tolerar» y recurren a comer de forma compulsiva.

«Las personas que recurren a la compras compulsivas o a cualquier otro comportamiento irracional para enfrentarse a contratiempos también son ejemplo de una falta de control de impulsos», explica la experta.

Desde la Unidad de Nutrición Salud 10 explican que es necesario ofrecer un apoyo complementario al tratamiento de pérdida de peso y que muchas veces es necesario un «entrenamiento» para trasformar la relación del paciente con la comida.