Agua embotellada. | Redacción Local

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«Sí, es cierto, ha habido un incumplimiento del programa electoral» afirmó ayer el portavoz del Govern, Rafael Bosch, al dar cuenta de la aprobación del proyecto de ley que que establece nuevos impuestos sobre los envases, los coches de alquiler y las grandes superficies comerciales, gravámenes con los que, junto a otros incrementos tributarios, concretamente tasas, el ejecutivo pretende recaudar unos 60 millones de euros en 2013.

La cantidad es aproximada y el portavoz del Ejecutivo no llegó a concretarla. El proyecto ha sido polémico desde el primer momento. La creación de los nuevos impuestos se anunció antes de aprobar los Presupuestos, a finales del pasado año, pero fue cuestionado por todos los sectores afectados y los partidos políticos. En el propio Govern ha habido difrencias o, según Bosch, «un debate muy profundo». El autor del proyecto de ley, el vicepresidente Aguiló, no compareció antes los medios para explicar su propuesta. Bosch admitió que él no podía dar más información que la contenida en un resumen de prensa. Las críticas de los sectores económicos y de los partidos se sucedieron durante todo el día.

Impuestos ‘verdes’

El gravamen que más incidirá en los bolsillos de la ciudadanía es el de los envases. Afecta a todos a todos los recipientes de bebidas de menos de 50 litros que se vendan al público y recaerá sobre las empresas comercializadoras que adquieren botellas de vidrio o plástico, latas y briks a fabricantes de la península. Va desde los 2 céntimos del envase de vidrio de menos de 0,2 litros a los 2,2 euros los recipientes de plástico de entre 30 y 50 litros. Una botella de agua mineral de 1,5 ó 2 litros costará 5,6 céntimos más; una lata de refresco se encarecerá 3 céntimos; un tercio de cerveza, 2,5.

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El impuesto que afecta a las áreas comerciales los pagarán los comercios de más de 700 metros cuadrados en Mallorca, 400 metros cuadrados en Eivissa y Menorca y 300 metros cuadrados en Formentera.

El Ejecutivo ha hecho algunas concesiones durante la negociación pero no han colmado las aspiraciones de los afectados. Se trata de cambios en los baremos y, en el caso de los comercios, también se establece que quedarán exentas las grande superficies que colaboren en proyectos medioambientales.

De hecho, el Govern ha presentado estos impuestos como «impuestos verdes». La idea es que entren en vigor el uno de abril. Pero tampoco este dato fue confirmado por Bosch.

También los rent a car quedan afectados por nuevos gravámenes. Así, por el coche que menos contamina se pagaran 3 euros al día más 1 céntimo por kilómetro, y por los que más dióxido de carbono emiten se tendrán que abonar 7,5 euros diarios y 5 céntimos cada kilómetro.

El proyecto de ley incluye también una modificación en el impuesto de transmisiones por las compraventas de vehículos usados: actualmente se abona un 4 % del precio del traspaso y con el cambio se pagará una cantidad variable en función de las emisiones de CO2. También se incrementan media docena de tasas.