En el colegio de Sant Francesc, de Palma, todos los alumnos fueron a la basílica para recibir la ceniza. El director, fray Bartomeu Pont, les explicó que «la Cuaresma son los 40 días que nos preparamos para la Pascua, la fiesta más importante para los cristianos. Para ello debemos prepararnos e intentar rectificar actitudes algo negativas que tenemos que mejorar. Si nos ponemos ceniza significa que somos poca cosa y procurar ser sencillos y humildes como la ceniza, que es simplemente un residuo». En Santa Magdlena, las monjas y los fieles asistieron a la misa de inicio de la Cuaresma, que presidió el capellán del monasterio, Nadal Bernat.
En la iglesia de Sant Miquel la participación de fieles fue muy numerosa. Sobre todo en la misa de las once de la mañana y la de las siete de la tarde, en la que impusieron ceniza el rector, Antoni Gómez, junto a otros sacerdotes.
En la Seum el obispo de Mallorca, Javier Salinas, presidió la misa concelebrada del Miércoles de Ceniza. Monseñor Salinas impuso la ceniza a los miembros del Cabildo catedral, y luego fue impuesta a los fieles asistentes a esta cermonia.
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