Pedro Muelas, José Manuel Fernández Bosch, José Antonio Álvarez Fernández y María José Cuenda. | Pere Bota

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AENA Aeropuertos remodelará este año todas las zonas comerciales del aeropuerto de Son Sant Joan con el objetivo de duplicar los ingresos, por entender que hasta la fecha imperaba un tipo de negocio desfasado y no acorde con los cambios habidos en la demanda, de ahí que ha proyectado crear una nueva plaza comercial (ver gráfico adjunto) en la 4ª planta de salidas, el rediseño de las tiendas duty free (libre de impuestos) de los Módulos A, C y D, así como en la zona de llegadas, y mejorar la oferta de restauración y de tiendas.

«El proyecto es muy novedoso. El objetivo es convertir a Son Sant Joan en uno de los mejores aeropuertos europeos en materia comercial, para así satisfacer las necesidades de los clientes españoles e internacionales y poner en valor las instalaciones con la finalidad de ganar en eficiencia y competitividad», señaló ayer el director de Servicios Comerciales de AENA Aeropuertos, José Manuel Fernández, junto al director de Son Sant Joan, José Antonio Alvarez, en la presentación del proyecto.

Inversión y productos

La inversión prevista rondará los 12 millones de euros, la cual correrá a cargo de los concesionarios. Todas las obras de acondicionamiento estarán finalizadas en octubre de este año, aunque el 80% de las mismas estarán ya operativas para Semana Santa y para el inicio de la temporada de verano. El número de puestos de trabajo que se crearán será de 100.

La superficie total de metros cuadrados en la cuarta planta pasará de 3.468 a 6.048 metros cuadrados, mientras que el número de locales (tiendas) de 13 a 22.

«El incremento de un 74% de la superficie comercial vendrá acompañado por una optimización de los flujos de los pasajeros, convirtiendo la tienda duty free ubicada tras pasar los filtros de control en una zona pasante, para así lograr una mayor penetración en los incrementos de ventas y mejorar, con ello, los ingresos. Para ello, habrá plazas comerciales en los módulos y una adaptación de la oferta con marcas de reconocido prestigio en tiendas y restauración. Palma necesitaba un gran cambio en este sentido», añadió Fernández.