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Entre 300 y 400 personas se han concentrado este lunes en la calle Palau Reial de Palma, según ha estimado la Policía Nacional, y han realizado una 'cacerolada' para mostrar su malestar ante los diferentes casos de corrupción que han aparecido durante los últimos meses.

Los asistentes, muchos de ellos haciendo sonar sus silbatos y golpeando cacerolas, han pedido también la dimisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, así como del líder del Ejecutivo autonómico, José Ramón Bauzá, en un acto que se ha desarrollado bajo el lema 'Sí a la democracia, basta de corrupción'.

La presidenta de Memòria de Mallorca -una de las entidades que conforman el Consell de la Societat Civil- Maria Antònia Oliver, ha reivindicado la necesidad de que los ciudadanos «salgan a la calle» y digan «basta ya» ante el hecho de que «nos pidan sacrificios quienes, además, son corruptos».

Por ello, ha considerado que en esta concentración debería haber estado «todo el mundo» puesto que es el conjunta de la población el que se siente «engañado».

Los convocantes de este acto, que realizarán otro similar el próximo día 23, aseguran que la corrupción es «una de las culpables de la crisis económica que afecta a tantas personas» ya que «ha provocado que se desvíen recursos públicos hacia un sector, el de la construcción, que ha hipotecado por muchos años la economía del estado».

«Saqueo de las arcas públicas»

Además, critican la implicación del Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, en «el saqueo de las arcas públicas de Baleares» y «la nula voluntad de transparencia de los ejecutivos del PP», tanto el español como el balear, como demuestra «el intento de recortar la Ley del Buen Govern, que permite el control democrático y ciudadano de los gastos del Ejecutivo balear».

También exigen que devuelvan «el dinero malversado, que pidan perdón» y que «pongan en marcha de manera urgente» medidas para recuperar «la confianza de la ciudadanía», que pasan por «la publicidad de sus cuentas y del patrimonio y los ingresos de sus cargos públicos», y por la aprobación de leyes de transparencia y contra la corrupción política.

Según el Consell de la Societat Civil, «es el momento de que la ciudadanía reaccione», ya que los casos de corrupción política están relacionados con la crisis económica y «lo que parecía un asunto circunscrito a Baleares, ahora afecta a unos niveles muy superiores provocando una crisis de legitimidad democrática».

«Cuando hay corruptos, también hay corruptores»

Durante la presentación de este acto, el portavoz del Consell, Macià Calafat, afirmó que tanto el caso del PP, como el de otros partidos o el del yerno del rey, Iñaki Urdangarin, «que de ser cierto, demostraría un saqueo por parte de un miembro de la Casa Real», han originado un punto de inflexión que debería cambiar «radicalmente» a la sociedad.

«Cuando hay corruptos, también hay corruptores», criticó el portavoz de la entidad, que indicó que los papeles que se le atribuyen al extesorero del PP, Luis Bárcenas, muestran la aportación de grandes empresas españolas, sobre todo del mundo de la construcción, al PP.

A su parecer, estos hechos explicarían «muchas cosas que han pasado en España en los últimos 15 años», como la burbuja inmobiliaria y el desperdicio de recursos en grandes obras públicas, ha reprobado Calafat, que ha añadido que es «lo que pagan ahora los ciudadanos en forma de crisis, desahucios, recortes en educación y en sanidad, paro y empobrecimiento en general».
Asimismo, con la concentración piden que se refuerce a la Fiscalía para que pueda perseguir la corrupción y que se revalorice el trabajo de los funcionarios de la Administración, «que garantizan la independencia frente al excesivo número de puestos de libre designación», ya que «se está acabando la paciencia y la tolerancia hacia la corrupción».