Urdangarin, con su abogado, el día de su primera declaración. | J. Lladó

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La crisis económica y las sospechas de corrupción política han provocado que el grado de insatisfacción ciudadana llega a niveles nunca vistos en los últimos veinte años. Un análisis de los estudios del CIS realizados en Balears desde el año 1995, unido a la encuesta realizada a finales de año por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) pone de manifiesto que dos de cada tres personas de las Islas, el 68 por ciento de los ciudadanos, define la situación actual como insatisfactoria, ya sea mala o muy mala.

Uno de cada cuatro habitantes se declara indiferente y tan sólo el dos por ciento opina que la situación es buena, muy buena o satisfactoria. Sólo un cinco por ciento de los ciudadanos no contesta a esta pregunta.

Pesimismo

El grado de pesimistas supera al de optimistas y esto es considerara muy graves por parte de los expertos. IBES señala que esta situación es indicativa de un fuerte malestar social, que tiene consecuencias en la propia economía y en la inversión.

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Este efecto ‘bola de nieve’ tiene además una consecuencia directa muy negativa: lo que los expertos llaman la «profecía autocumplida». Gonzalo Adán, director del IBES, explica que este fenómeno se da cuando un elevado número de personas se ponen de acuerdo de forma inconsciente para valorar si algo va bien o mal. También inconscientemente tomarán medidas que provocan que la situación vaya a mejor o a peor, según su propia percepción. Por ello considera que si la indignación, el escepticismo y la insatisfacción no se traducen en propuestas para cambiar la situación se corre el riesgo de ir a peor por ese efecto de ‘bola de nieve’.

Los datos históricos del Centro de Investigaciones Sociológicas avalan lo apuntado por Adán. La gráfica sobre la insatisfacción económica y política desde el año 1995 es elocuente. El grado de insatisfacción ciudadana, de personas que consideran que la situación es mala o muy mala, se ha situado históricamente por debajo del 30 por ciento hasta el año 2009. El cambio es radical y a finales de 2010 el descontento se duplica y llega el 60 por ciento de la población. Es aquí donde comienza el fenómeno ‘bola de nieve’ en el que seguimos instalados los ciudadanos de Balears.

La insatisfacción económica ha superado durante estos a la política, pero los últimos estudios del CIS y de IBES se hicieron antes de que estallara el escándalo del pago de sobresueldos a dirigentes del PP, que ha estallado esta misma semana, por lo que es muy probable que el grado de insatisfacción ciudadana con respecto a la política supere a la económica.

El director del IBES considera que la situación ya ha llegado a tal nivel que las instituciones deberían comenzar a contener las fuentes de insatisfacción y además generar confianza para evitar que el pesimismo se extienda.