Un punto de la cadena humana. | Jaume Morey

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La organización no las tenía todas consigo: Sábado, Palma y lluvia que amenazaba con prolongarse durante todo el día. Un serie de circunstancias que, en estos lares, son suficientes para ‘movilizarse’, pero en casa y sobre un teclado que te conecte a Twitter o a Facebook. Nada que ver, sin embargo. Tras una primera concentración bajo paraguas en el Parc de la Mar, bajo la Catedral que se ve amenazada por un monstruo de las basuras en un vídeo de Emaya, la lluvia dejó de caer y, como por arte de magia, decenas y decenas de personas comenzaron a aparecer de no se sabe donde. Una hora después (todo comenzó a las 11 y terminó pasados unos minutos de las 12), unas dos mil personas (o 2.500, según el GOB) habían conseguido formar una cadena humana entre la entrada del Varadero (muelle comercial) y el principio de la Platja de Can Pere Antoni, frente al edificio de Gesa. Basurero de Europa Centenares de personas, con una abundantísima representación de las sociedad civil y de movimiento ecologista, respondieron al llamamiento de la ‘cadena humana contra l’euromerda’, el lema elegido para mostrar el rechazo a la decisión del Consell de Mallorca de sacar rendimiento a la planta incineradora de Tirme con la importación de residuos del exterior. «Un éxito», aseguraron los convocantes. Para la portavoz del GOB, *Margalida Ramis*, el Consell tiene que reconsiderar esta operación para que «Mallorca se convertirá en el basurero de Europa». Mano a mano, la cadena estuvo acompañada de dos grupos con tambores. Dirigentes políticos de la izquierda, de la actual y de la pasada, unieron sus manos a las del resto de participantes. Paraguas y ropa impermeable completaron un mosaico multicolor con la bahía, el mar y la Catedral de fondo.