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El GOB ha convocado una cadena humana este sábado a las 11.00 horas desde el Parc de la Mar hasta el muelle comercial, con el fin de que se visualice la oposición «generalizada» de los ciudadanos a la llegada de residuos procedentes de la península a la incineradora de Son Reus.

En una rueda de prensa, la portavoz del GOB, Margalida Ramis, ha explicado que la movilización se iniciará al lado del edificio de aduanas, frente a la Catedral y concluirá en el lugar en el que llegan los barcos cargados de residuos a Mallorca.

Ramis ha explicado que esta iniciativa pretende que el Consell de Mallorca «recapacite y sea valiente y se establezca un compromiso o pacto de todas las fuerzas políticas para reconducir, ahora que todavía hay tiempo, esta perversa situación, primando el interés público y la sostenibilidad de la gestión de residuos en Mallorca».

Concretamente, el GOB reclama que se revise el contrato con la empresa concesionaria Tirme y los términos que regulan la concesión del servicio público y que se impulse una Ley de Residuos que «respete las directrices en materia de gestión de residuos que fija la Unión Europea, empezando por la prevención, la minimización, el reciclaje y la recuperación dejando en última instancia las fracciones de residuos que acaben en incineración o vertido controlado».

Para Ramis, el objetivo debería ser conseguir como mínimo un 60% de reciclaje frente a los objetivos actuales que plantean un 60% de incineración en el 2020.

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Además, estima que la citada normativa también debería «obligar a redefinir las infraestructuras del Plan Director Sectorial de Residuos a partir de los criterios de proximidad, suficiencia y simplificación tecnológica, apostando por la minimización de los residuos generados, el tratamiento de la fracción orgánica y la recuperación máxima de los residuos de envases, de forma que se podría plantear en cierre progresivo de las líneas de incineración».

Por otra parte, la entidad ecologista exige que se acabe con la «relación de fuerza» que Tirme tiene sobre la política de gestión de residuos, que, según censura, «prioriza el negocio por encima de los intereses generales».

A la cadena humana, convocada por el GOB, ya se han adherido veinte organizaciones y entidades sociales, entre las que destacan Amics de la Terra, Greenpeace Mallorca, el STEI, la OCB, el Consejo de la Sociedad Civil de Mallorca, el colectivo Albaina y el Ayuntamiento de Santa Margalida.

Ramis ha recalcado que todas estas entidades defienden que Mallorca «no quiere ser el estercolero de Europa», ni necesita duplicar la incineración con residuos de fuera.

«No permitiremos que atenten contra nuestra salud para beneficiar un negocio privado, porque no queremos un futuro hipotecado, turísticamente y ambientalmente, sometido a un monstruo engullidor de estiércoles y a los intereses de un conglomerado de empresas que hacen negocio con nuestra salud», ha aseverado la portavoz del GOB.

Para la entidad ecologista, la iniciativa de importar residuos en Mallorca para quemar en la incineradora de Son Reus por «rentabilizar la inversión hecha» en esta infraestructura, «ha puesto de manifiesto y ha sacado a la luz, el perverso negocio y los intereses oscurosos que se esconden detrás de la gestión de los residuos en Mallorca desde tiempos atrás y que hipotecan el futuro de la isla».