El sistema de recogida neumática está fuera de servicio desde el pasado mes de mayo. | ultimahora.es

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Envac le propuso ayer a Emaya volver a poner en marcha el sistema de recogida neumática por 495.691 euros al año. En concreto, la instaladora asumiría los trabajos de reparación de las partes dañadas del sistema, incluida la sustitución de los equipos completamente dañados, así como la operación de la misma y la realización de las labores de mantenimiento preventivo y correctivo. Un portavoz de Envac detalló que en la propuesta de la empresa están incluidos «todos los medios para la correcta explotación del sistema: personal, vehículos, repuestos, energía eléctrica y reparación y reposición de equipos». Sin embargo, Envac no incluye en su propuesta las lanzaderas para recoger la basura depositada fuera de los buzones como hacía Emaya, que gastaba anualmente 1,5 millones de euros anuales en el mantenimiento del sistema.

Sin garantías

Emaya se comprometió a estudiar la propuesta de la instaladora, aunque fuentes de la empresa municipal manifestaron que no ven viable la puesta en marcha del sistema de recogida neumática con garantías. Las mismas fuentes reiteraron que para que Envac vuelva a asumir el mantenimiento de la recogida neumática de basura sería necesario que aportase un aval que fuese ejecutable al primer requerimiento.

Una de las principales discrepancias existentes entre Emaya y Envac es el diagnóstico, ya que mientras que la empresa municipal asegura que tienen «cáncer con metástasis» y que se necesitan 12 millones de euros para cambiar los 12 kilómetros de tubería, la instaladora no define el problema y lo reduce al 3% de la instalación.

Envac y Emaya sí coincidieron en destacar el buen clima en el que transcurrió la reunión de ayer, que volverá a repetirse cuando la empresa municipal haya estudiado la propuesta de la instaladora.

Como adelantó

Ultima Hora, Emaya continúa redactando una demanda para reclamar a Envac más de 10 millones de euros, ya que el sistema de recogida neumática tenía una vida útil de 30 años y sólo ha durado 10. Sin embargo, Emaya prefiere llegar a un «buen acuerdo» con la instaladora antes que ir a los tribunales.